El segmento de las pickups desarrolla una dinámica distinta al resto del mercado. Todas las marcas pugnan por apoderarse de la mayor porción de la torta y para ello apelan a diversas estrategias. La más actual, ganar terreno en el submundo de las camionetas de entrada de gama: las destinadas a ser el “caballito” de batalla de cada fl ota, aquellas que dejan de lado el confort para calzarse el overoll y ser una fiel herramienta de trabajo.
En ese contexto, Ford pone su fi cha en el mercado local con una motorización turbodiesel 2,2 litros de 16 válvulas, que desarrolla 125 caballos a 3.700 rpm y entrega sus 33,6 kgm de torque entre las 1.750 y 2.300 vueltas: está disponible con doble cabina o cabina simple, además de ofrecer tracción 4x2 y 4x4. Cabe destacar que este propulsor trabaja asociado con una caja manual de seis marchas con relaciones cortas –sobretodo las primeras tres– a fin de optimizar el aprovechamiento del torque a bajas revoluciones.
Durante un breve contacto pudimos comparar las prestaciones de este nuevo jugador que, obviamente, están por debajo de las de su hermano de mayor cilindrada y potencia (el 3.2 de 200 CV). Por ejemplo, la Ranger 2.2 alcanza la velocidad máxima en quinta (166,2 km/h a 4.000) y acelerara de 0 a 100 km/h en casi 14 segundos, frente a los 179,1 km/h en sexta y 11,8 segundos de la motorización más grande, respectivamente.
Sin embargo, esta variante ofrece 1.251 kilogramos de capacidad de carga, 240 kg más que las versiones 3.2, aunque la capacidad de remolque es inferior: 1.600 kg frente a 1.800 kg. En cuanto al rendimiento, la Ranger 2.2 se mostró un poco más amigable con el bolsillo (no demasiado) que la motorización de 200 CV. En ruta a 90 km/h rindió 15,3 km/l, a 120 km/h,10,6 km/l mientras que en el ciclo urbano recorrió 9,8 km/l, para promediar los 11,9 kilómetros por cada litro de combustible (11,5 km/l en la versión 3.2).
Más rústica
Como es entendible en las versiones de entrada de gama, la aparaciendia es más austera, aunque funcional. En la Ranger XL Safety 4x2 desaparecen las molduras del color de la carrocería y los cromados, que prevalecen en la parrilla. Los paragolpes son negros al igual que los picaporte de las puertas, mientras que las llantas de 16 pulgadas son de acero. Cuenta con dos ganchos delanteros para remolque y uno trasero, mientras que la caja ofrece ganchos de sujeción para la carga.
El habitáculo está pensado para el “maltrato” del uso diario. Tanto las butacas como la cobertura del piso es de material vinílico. El volante no cuenta con comandos del equipo de audio que, en esta versión, dispone de una pantalla color multifunción HMI de 4,2" más pequeña que en las variantes tope de gama (5 pulgadas) y sólo cuenta con radio AM/FM, reproductor de CD y MP3.
Asimismo, la butaca del conductor dispone de regulación manual en altura; cuenta con aire acondicionado, levantavidrios manuales y tres tomas de 12 voltios. Por su parte, los frenos con ABS y EBD, cierre centralizado (sin comando a distancia) y cierre automático de puertas al sobrepasar los 20 km/h, desempañador trasero y los cuatro apoyacabezas completan el listado de equipamiento de esta variante que cuesta 191.357 pesos.
