Las posibilidades de personalizar diferentes productos se van ampliando conforme a los avances tecnológicos. La industria automotriz no es ajena a esta tendencia que busca satisfacer los gustos y requerimientos individuales de los clientes, y es por eso que, además de realizar investigaciones por su cuenta, acompaña iniciativas de otras entidades.
En el caso de Ford, una de las apuestas es poder ofrecer en el futuro autos que puedan cambiar de color cuando los usuarios lo deseen. Es por eso que apoya financieramente un proyecto del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), que está siendo ejecutado a través de su Laboratorio de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial (CSAIL). Éste consiste en el desarrollo de una tinta reprogramable, que permite que los objetos cambien de color cuando son expuestos a una luz especial con diferentes longitudes de onda.
Denominado PhotoChromeleon, el sistema utiliza una mezcla de tintes fotocrómicos que se pueden rociar o pintar sobre la superficie de cualquier elemento para cambiar su color cuantas veces se desee. Cada proceso de personalización puede tomar de 15 a 40 minutos, dependiendo del tamaño del objeto.
Para cambiar el color, la pieza se coloca en una caja y se expone a la luz de un proyector especial que elimina los pigmentos no deseados. La luz azul, por ejemplo, es absorbida por la tintura amarilla.
Una de las ventajas de utilizar tinta reprogramable sería la sustentabilidad, ya que evita que los fabricantes tengan que producir en exceso los artículos para cumplir con las diferentes preferencias de color y, a la vez, alienta a los consumidores a realizar compras con mayor conciencia. La creación de los diseños aplicados a los objetos se crean por medio de una interfaz digital.
"Esta tinta puede reducir la cantidad de etapas necesarias para producir una pieza multicolor, o mejorar la durabilidad del color afectado por el clima o la degradación de los rayos UV", explica Alper Kiziltas, especialista técnico en materiales sustentables y emergentes de Ford en los Estados Unidos.
En el video a continuación se puede observar cómo funciona el proceso cuando se aplica a una zapatilla, una funda de teléfono celular, un automóvil en miniatura y también a un camaleón de juguete.
