Así probábamos al Nissan Pathfinder

Recordamos el test realizado a uno de los máximos referentes de los 4x4 en la década de 1990. En esta ocasión el vehículo japonés, probado en la edición de Parabrisas de diciembre de 1994, poseía un motor 3.0 V6. Galería de fotos

Redacción Parabrisas

Convertido en símbolo de prestigio, este Nissan domina el mercado de los 4x4 con estilo civilizado y equipamiento

Apartándose del concepto tradicional del 4x4, vehículos estilo jeep, el Nissan Pathfinder compone uno de los primeros exponentes de la clase "off-road tipo auto". Que parte de una línea exterior mucho más perfilada ubicándose, por filosofía y formas, entre el todo terreno tradicional y el auto normal.

En nuestro mercado, el Pathfinder tuvo un singular proceso de jerarquización, que lo puso a nivel de autos de categoría -Mercedes, BMW, Saab, etc.- como un claro "indicador de prestigio". Aprovechando esa faceta del mercado y el hecho de haber sido uno de los primeros en su tipo, el 4x4 japonés se convirtió en líder del joven segmento de los off-road.

La perfilada línea, está acentuada por un parabrisas muy inclinado y una trompa bastante lanzada, considerando que alberga en su interior un motor V-6 de generoso tamaño. Es agradable a la vista de perfil, donde se destacan sus grandes ruedas y el notable despeje al piso. Los guardabarros son abultados y le dan un aspecto deportivo. El aspecto frontal es moderno y con un toque agresivo. Se destacan, los faros chatos, el paragolpes integrado y las tomas de aire para la refrigeración.

Nissan Pathfinder

De atrás, no llama mucho la atención: la presencia imponente de la goma de auxilio domina el área. La luneta tiene bastante inclinación. Con sus 148 CV, el motor V6 del Pathfinder, que también equipa al Nissan Máxima, aunque con 170 CV, se mostró ágil y elástico. Aceleró de 0 a 100 km/h en 12.40s. La máxima de 170 km/h y un consumo en ruta de 8.60 km/l a 100 km/h, promediaron una buena performance.
Resultan cómodos los asientos delanteros, el del conductor con regulación lumbar. Atrás, los ocupantes están más comprometidos: el acceso es complicado por la forma de la puerta trasera -copia al pasarruedas-.

También resulta muy bajo el techo, inclusive para personas de estatura normal. El aire acondicionado, la óptima dirección, los comandos eléctricos de espejos y vidrios y la radio AM / FM / CD, cumplen su cometido en forma estupenda. Lo propio ocurre con los instrumentos. En este caso, el panel es completo, con cuentavueltas, cuentakilómetros y marcadores de combustible y temperatura. El confort de marcha es muy bueno. Dócil y ágil en ciudad, se ve favorecido por la dirección asistida y una caja de cinco marchas y MA muy bien relacionada.

Nissan Pathfinder

En la ruta, también es confortable, aunque hay que poner especial atención en las curvas rápidas, donde el Pathfinder se inclina demasiado. Son óptimos los cinturones de seguridad -precisos y cómodos- y está condicionada la visibilidad trasera -la rueda de auxilio molesta bastante-. Luces y frenos brillan. Especialmente los últimos, que no presentan altibajos a pesar de ser exigidos sobre distintos terrenos. Con la posibilidad de tracción integral -aplicable con una palanca ubicada junto al selector- creemos justificada la ubicación del Pathfinder como líder del mercado del los 4x4. Pegó primero y se quedó con la preferencia del público.

Otros datos

Motor: 3.0 con seis cilindros en línea y 148 CV

Transmisión: Manual de cinco marchas

Velocidad máxima: 170,1 km/h

Aceleración 0-100 km/h: 12,4 segundos

Distancia de frenado a 120 km/h: 61,9 metros

Consumo en ruta a 100 km/h: 8,6 km/l

Consumo en ciudad: 6,7 km/l

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