A 70 años de la muerte de Henry Ford

Falleció el 7 de abril de 1947 en su residencia de Michigan, Estados Unidos. Tenía 83 años. Considerado un visionario, sus ideas vanguardistas fueron un gran aporte para cambiar el mundo y empujarlo hacia la modernidad. Galería de fotos

Redacción Parabrisas

Henry Ford nació el 30 de julio de 1863 y si bien se lo relaciona con el mundo motor, fue mucho más que uno de los impulsores la industria automotriz mundial. Desde su niñez puso énfasis en el funcionamiento de maquinarias, cualquiera fuera su tamaño, desde relojes, cuando era adolescente, hasta el extravagante el Quadridiciclo, ensayo del que serñia su primer automóvil al cual dedicó buena parte de sus nochesluego de dejar su trabajo de Ingeniero Jefe en la Compañía de Iluminación Edison. Mientras desarrollaba este particular auto, sus vecinos pensaban que estaban frente a un demente, hasta que una noche de 1896 el Quadridiciclo rodó por primera vez.

Ese trabajo generó el interés de muchos accionistas para la creación de una nueva marca de automóviles. Pero nada fue fácil para Henry, que gastó el dinero en querer demostrar sus dotes como inventor, batiendo récords de velocidad para ganarse un nombre. Su primer intento fracasó y la empresa fue a la quiebra.

Más tarde, decidió abrirse camino con otros inversores, creando la Ford Motor Company, con un capital de 28.000 dólares de entonces, sin aportar dinero propio. Finalmente su nombre saltó a la fama por una hazaña realizada en 1904, cuando con un prototipo denominado 999, potenciado y reconstruido por él mismo, batió un record de velocidad en un lago helado, a 147,05 km/h.

Con el tiempo creo sus propios diseños, y algo que hasta entonces nadie había desarrollado: se podría denominar como el “Auto Universal”, el Ford Modelo T presentado en 1908. Gracias al éxito desmedido del modelo, en 1919 pudo terminar de adquirir todas las acciones de la empresa.

Vida y obra

La vida de Henry Ford no fue fácil, pero tampoco aburrida. Su forma de ser estaba muy lejos de ser sencilla. Sus ideas eran tan visionarias, que muchas veces lo tildaron de loco. Sin embargo, la mayoría de las veces logró revertir estos pensamientos. Creó la línea de montaje móvil, algo que revolucionó la industria alrededor del mundo. Gracias a ella generó que se hable del Fordismo, una corriente industrial que hasta en la actualidad es tratada en los colegios.

También innovó al construir la planta más grande de su época a orillas del Rio Rouge en su Michigan natal, que hasta le permitía elaborar su propio acero. La meta era autoabastecerse de todos los materiales que los automóviles utilizarían al momento de ensamblarse. Además incentivó a sus trabajadores con una paga nunca antes vista, a cambio de lealtad y sobre todas las cosas control. Sus empleados calificados no podían fumar, ni beber, ni jugar, pero con ese sueldo les era suficiente para poder comprar uno de sus vehículos.

Se convirtió en una de las personas más ricas de Estados Unidos, fue tratado de antisemita, estaba en contra de la inmigración y de los sindicatos. Si bien algunos de sus pensamientos y creencias hoy no aparecen como las más acertadas, la sociedad siempre lo valoró como un hombre único e inigualable.

La muerte de su único hijo Edsel, en 1943, hizo irrecuperable su estado de salud. El 7 de abril de 1947, falleció en su chacra particular, denominada Fair Lane en Detroit, Michigan, la misma ciudad que lo vio convertirse en uno de los hombres más influyentes del siglo XX.

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