Por qué murieron las rurales

Las modalidades de compra de los usuarios cambiaron a lo largo de las últimas décadas y los SUV se convirtieron en los preferidos por las familias. Galería de fotos

Durante más de 50 años, las rurales dominaron especialmente el mercado de vehículos familiares debido a sus amplias extensiones en el habitáculo, ya que diferentes usuarios buscaban un rodado en el que pudieran llevar no sólo a varios ocupantes, sino elementos de gran medida como bolsos, valijas y mochilas, ya sea para vacaciones o una simple salida de fin de semana, sin perder comodidad en la plazas de los pasajeros.

Con el surgimiento de nuevos modelos con características renovadas, como los monovolúmenes o los SUV, el grueso de los usuarios de las rurales decayó y comenzó a comprar autos más compactos o con mayores prestaciones, en comparación a las ofrecidas con los “sedanes familiares”. Al menos en nuestro país y otros estados de la región, el mercado sufrió cambios, y los utilitarios deportivos fueron aquellos que se llevaron todas las miradas, especialmente en la última década.

El auge de las rurales en Argentina

Por lo general, el formato convencional de las rurales provienen de los sedanes tradicionales, o de algunos compactos, que sufren modificaciones en sus volúmenes (utilizan dos), sumando generalmente un pilar más al vehículo (pilar D), debido a la ampliación de la luneta y la incorporación de un nuevo portón trasero. De esta manera, este tipo de rodado, se convirtió en el medio de transporte familiar por excelencia, debido al aumento de capacidad de baúl, en el que se pudo sumar mayor capacidad de carga o plazas para los ocupantes.

Si bien en otros lugares del mundo, la tendencia por los autos familiares comenzó en las primeras décadas del siglo XX, en Argentina ganó popularidad recién a comienzos de los 60’ y tuvo principalmente sus años de gloria hasta fines de los 90’.

A su vez, distintos modelos provenientes del exterior o producidos en el país tenían variantes rurales, como el caso del Siam Di Tella 1500, que comenzó a fabricarse a fines de los 50’ en una planta bonaerense de zona sur, y en 1963 decidió lanzar la versión Traveller.

Siam Di Tella Traveller

De todas maneras,  las unidades familiares no tardaron en llegar a otras marcas y a diferentes segmentos, como el Rambler Cross Country de 1962, el Fiat 1500 en 1965 o el Falcon en 1967. Ya entrada la nueva década, casi todos los modelos de sedanes que se vendían en el mercado tenían su versión rural, como el Fiat 128, el Dodge 1500 o el Renault 12. En los 80, el Ford Sierra, el Renault 18, el Peugeot 505, entre los más destacados.

Si bien el mercado estaba consolidado, en los 90’, Argentina y Brasil volvieron a certificar el rumbo glorioso de las versiones familiares y surgieron nuevas alianzas como por ejemplo, Autolatina, sociedad integrada por Volkswagen y Ford, entre 1987 y 1995, que por más que hayan hecho diferentes sedanes con plataformas compartidas, también dieron lugar a vehículos como el Volkswagen Quantum, que utilizaba la base del Santana, o la Royale (rural del Galaxy), por más que en nuestro país casi ni se vio. Con el fin de la asociación entre ambas marcas, el Escort familiar pasó a ser el referente hacia fines de siglo en el segmento C, y el Gol lanzaba su versión Country.  A su vez, Chevrolet daba inicio a la producción del Corsa, vehículo muy utilizado en su versión familiar por muchos taxistas que buscaban un baúl amplio, para transportar tanto a los pasajeros como a sus pertenencias.

Por otro lado, Fiat incentivaba la comercialización del Duna Weekend y más adelante iba a reforzar su oferta con el Palio Weekend, producido hasta hace pocos años atrás, con diseños aventureros. Peugeot, por su parte, lanzaba sus versiones rurales del 206, 306 y 406, continuados en sus nuevas generaciones, al menos en las primeras dos (207 y 307), y Renault sacaría el Megane familiar, en los comienzos del nuevo siglo, junto a otras marcas como Toyota con la Fielder (rural del Corolla).

Otro detalle, fueron las cantidades de puertas de varios de los modelos mencionados, ya que principalmente en Brasil, si bien eran vehículos largos y con capacidad para muchos ocupantes, existían variantes con sólo dos accesos (conductor y acompañante), algo casi impensado para los vehículos de la actualidad, con excepción de las coupés.

Ya desde el 2000 hasta el presente, el mercado de rurales cambió rotundamente, al menos en nuestra región, y son pocos los sobrevivientes a este proceso, por más que sigan existiendo marcas que apuestan a la modalidad familiar de varios sedanes.

Los vehículos de la transición

Poco antes de finalizar la década de 1990 y comienzos del Siglo XXI, un factor que comenzó a sumar popularidad fueron los monovolúmenes, que como indica su denominación, son aquellos que poseen una carrocería unificada en un solo volumen, para ganar mayor aerodinámica y aprovechar el espacio interior.

Luego del lanzamiento del Renault Espace en 1984, en Europa (acá no se comercializó), el término ganó fama, ya que según aclararon desde la casa matriz de la firma francesa, el vehículo es atravesado por una misma línea desde la trompa hasta el remate posterior, sin sufrir ningún tipo de modificación o interrupción, como puede ocurrir en un rodado con dos o más volúmenes. A partir de esta definición por parte de la marca del rombo, distintas automotrices comenzaron a utilizar esta terminología para denominar a este tipo unidades.

De esta manera, a pesar de que diferentes fabricantes continuaron produciendo rurales, decidieron optar por un cambio en los pilares de algunos autos y modificaron las líneas cuadradas, especialmente en la parte trasera, como poseían en general las versiones familiares de los sedanes. Aún así, la mayoría de estas unidades no contaban con mucha potencia o una gran cilindrada, ya que sus motores tenían la fuerza justa y priorizaban el consumo.

En Argentina, algunas de las marcas pioneras en el segmento fueron Dodge con la Caravan, Chevrolet con la Zafira, Volkswagen con la Sharan, Renault con la Scénic, Citroen con la Picasso, entre las más destacadas.

Renault Scénic

Nuevos gustos

Ya entrado el nuevo siglo, los vehículos que comenzaron a captar la atención de las familias no fueron ni las rurales ni los monovolúmenes, sino los SUV, denominados utilitarios deportivos o sport utility en inglés. Estas unidades son aquellas preparadas para una utilización mixta, entre el manejo cotidiano de la ciudad y un uso aventurero.

Al menos en Argentina y en otros países de la región, el “boom” de esta nueva modalidad, se produjo especialmente en el segmento B,  con la aparición de vehículos como el Ford Ecosport en 2003, SUV que lideró en soledad en su categoría durante varios años, hasta la aparición de nuevos rivales como Renault Duster, Chevrolet Tracker, Nissan Kicks, Chery Tiggo, Hyundai Cretta, Honda HR-V, Peugeot 2008, o Jeep Renegade.      

Primera generación del Ford Ecosport

De todas maneras, si bien, por lo general, cuentan con buena habitabilidad en las plazas, la desventaja principal de los utilitarios deportivos es especialmente el baúl, al menos en los segmentos más chicos, a diferencia de las rurales y los monovolúmenes, que contaban con un gran espacio de carga.

A su vez, el SUV no solo restó usuarios a las versiones familiares de los sedanes, sino que también cautivó a los compradores de hatchbacks y tricuerpos de diferentes categorías, y es así como se vio reflejado en los números de ventas de estas dos clases de vehículos. A pesar de la caída en los patentamientos durante estos últimos meses, mientras los medianos decayeron, los utilitarios deportivos no pararon de crecer, y los lanzamientos en el mercado de nuevos modelos con estas características, continúan en ascenso.

Un ejemplo, puede ser la llegada al país, en los años más recientes, de marcas chinas que apostaron a la oferta de vehículos sport utility, en vez de autos tradicionales. Este es el caso de Chery, Lifan, Changan, JAC, Haval, o Geely.

Con las nuevas propuestas de SUV, por parte de diferentes automotrices, las rurales y los monovolúmenes dejaron de ser un vehículo llamativo, con excepción de familias numerosas que necesitan mayor cantidad de plazas y buscan un rodado apto para cubrir sus necesidades. Al menos en segmentos chicos, hasta ahora las filas de asientos no superan las dos, pero en aquellos utilitarios deportivos con mayores dimensiones, el problema se encontraría solucionado, aunque el costo de la unidad podría aumentar.

Además, en una categoría con variadas ofertas en sus productos, diferentes automotrices apuestan a diseñar modelos sport utility, desde los segmentos más pequeños hasta los más grandes, y en algunos casos la idea es suplantar a varios autos de categorías similares, por la caída en la demanda.

Por último, existen vehículos que poseen el mismo nombre que generaciones anteriores, pero mutaron según las preferencias de los usuarios. También los estilos de estas unidades se vieron modificados para ganar mayor robustez. Por ejemplo, este es el caso de la Peugeot 5008, que hace unos años sufrió modificaciones en su esencia tradicional, para formar parte de la categoría SUV.

1-nuevo-suv-peugeot-5008-12

Los sobrevivientes    

Cabe aclarar que existieron muchas rurales, que al menos en nuestro país, no se comercializaron y se ofrecieron solo en versión sedán, aunque siguen habiendo algunas marcas que continúan apostando a este tipo de mercado. El caso más relevante es el de Volkswagen, con la Golf Variant. A su vez, en relación a los monovolúmenes, la oferta es limitada pero superior al caso anterior. Citroen ofrece su línea Spacetourer, Chevrolet apuesta con la Spin, Ford con la S-Max, Toyota con la Innova, entre las más destacadas.

14golf-variant

A su vez, en el mercado premium diferentes marcas apostaron en años anteriores a vehículos familiares, como Audi con el A4, Mercedes Benz con el Clase C o BMW con el Serie 3, pero no perduraron en largos períodos.

Por último, si bien el fenómeno SUV es mundial, cada mercado sufre consecuencias distintas, ya que existen países de Europa que continúan considerando que existe un gran núcleo de la población que prefiere a las rurales o a los monovolúmenes. Por eso, no significa que si en Argentina la oferta de este tipo de vehículos está casi en extinción, a nivel global la situación sea similar.