El Ford Falcon no es sólo un ícono del mercado argentino. Si bien en Estados Unidos tuvo una producción efímera, en Australia tuvo más de cinco décadas de existencia. Desde 1960 pasó por siete generaciones diferentes, logrando una rivalidad que permanecerá de por vida con el Holden Commodore, el contrincante de la marca australiana de General Motors. Ambos referentes de aquel mercado, hoy ya no compiten. Ford tomó la decisión de abandonar la producción del Falcon y con éste cerrar su planta productiva completa, debido a la baja demanda y la falta de competitividad.
Durante los últimos años la producción del Falcon de séptima generación era muy limitada y sólo reservada para el mercado australiano, que continúa con bajos niveles de patentamientos. El sedan, de 4,95 metros de largo, contaba con motores potentes y equipamiento de gran nivel, pero generaba pérdidas en un mercado cada vez más pequeño.
En aquel país tuvo innumerable cantidad de versiones, tanto en su carrocería sedan de cuatro puertas, como así también la pick-up UTE. La gama actual, que permaneció en producción hasta los primeros días de octubre, estaba impulsada por motores de seis u ocho cilindros en V, con potencias desde los 260 CV hasta los 450 caballos de fuerza. Fiel a su costumbre, durante sus 56 años de vida mantuvo la tracción al eje posterior.
La discontinuación del Falcon sedán, la pick-up UTE (discontinuada en julio de 2016) y Territory (un SUV basado en la misma plataforma) marca además el cierre de la planta australiana de Broadmeadows, inaugurada en 1959. También sentencia el fin de los Ford producidos en Australia tras 91 años ininterrumpidos. Por ese motivo, 600 empleados quedarán sin trabajo.
Los últimos ejemplares de cada silueta fueron subastados, mientras que una de las últimas unidades con carrocería sedán fue sorteada entre los empleados. La última generación del Falcon, denominada FG, nació en 2008. En 2014 se presentó la variante FG X, un rediseño de esta última que adoptó en el sector frontal influencias del Kinetic Design 2.0, tras anunciar que dejaría la línea de producción dos años más tarde.
