Desde que la Unión Soviética se desintegró y Rusia se abrió al capitalismo a principios de la década del 90, sus presidentes siempre habían elegido distintos modelos de Mercedes-Benz para ser transportados. Vladimir Putin no era excepción y, como Dmitri Medvedev, se movía junto a su equipo de seguridad en un Mercedes-Benz S600 Pullman Guard, hasta que en la asunción de su cuarto mandato en 2018 se presentó un automóvil local: el Aurus Senat.
El Aurus Senat, que fue noticia esta semana al conocerse unos tests realizados en la nieve de Siberia, cuenta con tracción en las cuatro ruedas. Es impulsado por un sistema híbrido que combina la potencia de un motor V8 de 4.4 litros junto a la energía eléctrica y llega a los 598 CV, aunque se conoció que esperan terminar un V12 de 6.6 litros con el que el Aurus tendría unos 860 CV, necesarios para su peso: seis toneladas y media, gracias a todo el blindaje (posee una cápsula acorazada) con el que cuenta esta bestia de más de seis metros de largo. El Aurus ya visitó Argentina, en ocasión del G-20 de diciembre del año pasado.
Esta limusina viene siendo desarrollada desde 2013 por NAMI, el instituto central de investigación científica automotriz de Rusia. El Aurus Senat es parte de la serie “Kortezh”, que incluye un vehículo off-road, una minivan y un sedán. Como curiosidad, todos estos modelos fueron nombrados como los altos cargos del Kremlin: Senat (limusina y sedán), Comendant (SUV) y Arsenal (minivan).
Además del Aurus Senat hecho para Putin, se espera que en el 2019 se produzcan 120 ediciones más de la limusina, que ya tienen dueño. 60 de ellas irán para el Servicio de Seguridad ruso, mientras que la otra mitad, en versión “civil”, es para distintos cuadros políticos del gobierno local. En el 2020 crecerá la producción del Aurus y por lo comentado por Vadim Svetsov (accionista principal de Sollers, una de las firmas involucradas en el proyecto), recién desde 2021 comenzarán a entregar autos a compradores privados. Su precio superaría los 150.000 dólares.
