A 123 años del primer vehículo de Ford

El 4 de junio de 1896, Henry Ford logró crear su propio vehículo autopropulsado, que serviría de base para crear su propio imperio.

Redacción Parabrisas

Durante las últimas décadas del siglo XIX, diferentes personalidades se destacaron por la creación de vehículos autopropulsados. Uno de los máximos referentes de la época fue el alemán Carl Benz, quien el 29 de enero de 1886 patentó el primer automóvil, un modelo de tres ruedas diseñado un año antes, con un motor de cuatro tiempos que entregaba 0,75 CV de potencia.

Del otro lado del Atlántico, en Estados Unidos, otro de los pioneros de los primeros automóviles fue Henry Ford, pero para la creación de su propio primer vehículo tuvieron que pasar 10 años más.

El joven oriundo de las afueras de Detroit, recién comenzó a tener tiempo para crear sus primeros prototipos en la década de 1890, luego de ingresar a trabajar en la compañía Edison. Ford pudo avanzar en la preparación de un inédito vehículo parecido al invento de Benz, pero con cuatro ruedas, tras su experiencia en el rubro de la ingeniería y el previo desarrollo de diferentes motores durante los últimos años de 1880..

Finalmente, el 4 de junio de 1896, el dueño de la futura empresa del óvalo lució por las calles de la ciudad de Detroit su nuevo invento. Este acontecimiento, sería la base para que en unos pocos años más tarde, lograra alcanzar la gloria con el comienzo de su nuevo imperio a partir de 1903, con la creación de Ford Motor Company.

Por último, previo a la inauguración de la empresa que lo llevó al éxito (entre 1896 y 1903), sumado a la comercialización de sus vehículos, y la ventaja de contar con la instalación de la línea de montaje (a través de las ideas tomadas por Frederick Winslow Taylor, quien impulsó diferentes teorías para la estructuración del trabajo y la eficiencia en la producción), Ford tuvo dos fracasos: Detroit Automobile Company, firma que no subsistió debido a la baja venta de vehículos; y Henry Ford Company, donde el propio dueño se enfocó demasiado en la preparación de autos de carrera, y dejó en segundo lugar a los modelos de calle.