Ya está a la venta en la Argentina el nuevo BMW Z4. La tercera generación del famoso roadster de la marca bávara arribó a los concesionarios locales en una única versión sDrive30i MSport, que incorpora un motor naftero 2.0 TwinPower Turbo, con cuatro cilindros de gasolina en línea, que eroga 258 CV (entre 5.000 y 6.500 rpm) y un par máximo de 400 Nm (de 1.550 a 4.400 rpm). La combinación de este propulsor con una transmisión automática Steptronic Sport de ocho velocidades con levas detrás del volante, le permite a este biplaza con tracción trasera acelerar de 0 a 100 km/h en 5,4 segundos.
Si bien este flamante vehículo conserva los atributos de un auténtico roadster BMW, incluida la silueta baja, el centro de gravedad bajo, la posición baja de los asientos y los voladizos cortos, puede distinguírselo fácilmente de su predecesor. Principalmente en lo que hace a las proporciones diferentes, como la distancia entre ejes más corta, y la reinterpretación de elementos de diseño icónicos, como la parrilla doble en forma de riñon más baja y amplia, y los faros (de led de serie), que fueron completamente renovados.
Además creció en tamaño en comparación con su antecesor. Mide 4,324 metros de largo (+85 milímetros), 1,864 m de ancho (+74 mm) y 1,304 m de alto (+13 mm). Las llantas, de aleación ligera M de radios dobles, son de 19 pulgadas.
En cuanto al techo, disponible en lona negra de serie o en Antracita con efectos plateados como opción, se acciona eléctricamente y se puede abrir o cerrar en diez segundos, incluso cuando el vehículo está circulando, a velocidades de hasta 50 km/h.
La capacidad del baúl es de 281 litros, más allá de si el techo está abierto o cerrado, lo que representa un aumento en sus dimensiones de más del 50 por ciento en relación con la generación precedente.
El refinado interior del nuevo Z4 está diseñado en función del conductor. Tanto él como su acompañante se sientan en butacas M Sport con apoyacabezas integrados y ajustes lumbares. Otros items que hacen del habitáculo más atractivo y confortable son los tapizados de cuero Vernasca, el climatizador automático, el sistema de sonido surround Harman Kardon, la luz ambiente con once diseños predefinidos disponibles en seis colores, el volante revestido de cuero y los cinturones de seguridad M, las molduras interiores en Aluminium Tetragon y el tablero de instrumentos en Sensatec.
Por su parte, la pantalla y el sistema operativo fueron mejorados. Ahora incorpora un cuadro de instrumentos digital de 12,3 pulgadas y sistema de navegación con pantalla táctil de 10,25”, además del Intelligent Personal Assistant, el cual permite el manejo intuitivo de determinadas funciones del auto por medio del comando “Hola BMW”.
En materia de seguridad, ofrece monitoreo de presión de neumáticos, frenos de disco ventilados con ABS, controles de estabilidad y tracción, Head-Up Display, además de cuatro airbags (frontales y laterales). También se destacan los sistemas de asistencia, como el de advertencia de colisión y de peatones con función de frenado urbano, la advertencia de salida de carril, el asistente de estacionamiento Parking Assistant y el control de velocidad de crucero con función Stop & Go.
Fabricado en la planta de Graz, en Austria, el nuevo Z4 se comercializa en nuestro país con un precio sugerido al público de 99.900 dólares y una garantía de 3 años o 200.000 kilómetros.
Con el lanzamiento de la tercera generación del Z4, BMW reafirma la tradición de la compañía en materia de roadsters, iniciada hace 85 años con el BMW 315/1, modelo que con su motor de seis cilindros, podía alcanzar los 135 km/h. A mediados de la década de 1930 y 1950, nacían los legendarios BMW 328 Roadster y BMW 507, respectivamente, que continuaban el camino del primogénito.
Hacia fines de la década de 1980, la empresa lanzaba el Z1, dando comienzo a la moderna familia de convertibles deportivos de la marca bávara. Le siguieron el Z3 en 1995 y el Z8, la reinterpretación moderna del clásico 507, en 2000. El Z4, el último miembro de esta dinastía, debutó en 2009 y se renovó cuatro años después.
