Un rival para Tesla también con apellido ilustre

Se producirá en China y las primeras unidades estarán disponibles a partir de 2020. Fruto de una compañía de origen americano irrumpe en el mercado global como un producto de vanguardia que está a la altura del apellido con el que se identifica. Galería de fotos

En Estados Unidos es común darle a las empresas el nombre de un referente de la ciencia. El caso más emblemático es el de Tesla, compañía productora de automóviles eléctricos con base en Silicon Valley, California, que tomó el nombre de Nikola Tesla (1856-1943), inventor croata considerado como un genio por sus aportes fundamentales para el desarrollo de la electricidad moderna, un creador incansable que, entre muchísimas invenciones, le dio vida al motor de inducción y la corriente alterna, solo por mencionar algunas de las aplicaciones que hoy aparecen en los automóviles más avanzados.

Esta empresa se ha posicionado como referencia en su rubro gracias a la innovación que representan sus modelos los cuales, a su vez, se han transformado en el “enemigo a vencer” para el resto de los productores de modelos Electric Vehicle (EV), una lista cada vez más numerosa.

Un rival para Tesla también con apellido ilustre

Uno de los rivales más serios para la compañía del multifacético Elon Musk es Faraday Future, empresa también con sede en California (aunque en este caso en Gardens) que, por un capricho del destino o por expresa maniobra promocional de sus fundadores, fue bautizarla con el apellido de Michael Faraday (1791-1867), otro de los grandes físicos de la historia de la humanidad, cuyos descubrimientos fueron decisivos en el campo de la electricidad. Por ejemplo, son de su creación, la hidrólisis y la inducción electromagnética con su correlato en la llamada "jaula de Faraday", efecto que logra, por ejemplo, que un rayo no dañe a los ocupantes de un vehículo.  

Un rival para Tesla también con apellido ilustre

Para contener el embate de Tesla, Faraday propone un nuevo modelo, el FF 91. Se trata de un producto de estilo singular, silueta hatchback de cinco puertas que mide 5,25 m de largo y se destaca por el enorme techo vidriado que, al igual que las ventanillas, se oscurece a través de un comando eléctrico. Claro, todo es eléctrico en el FF 91, incluyendo la propulsión. Los generadores de que dispone entregan 1.065 CV de potencia y se alimentan de una batería de iones de litio de 130 kW/h de capacidad que asegura una autonomía de 700 kilómetros, durante los cuales los ocupantes de las cuatro butacas individuales (que pueden acomodarse incluso en posición horizontal) que incluyen ventilación, calefacción y función de masaje.

Alguno de los ocupantes podrá viajar atendiendo otros quehaceres y, en oportunidades, también el conductor. El FF 91 dispone de un sistema de conducción autónoma controlada por un ejército de trece radares de corta y larga distancia, doce sensores de ultrasonido, diez cámaras de alta definición y un dispositivo LiDAR (iniciales de Light Detection and Ranging o Laser Imaging Detection and Ranging) retráctil situado sobre el capó, que se ocupa de escanear el terreno y el entorno del vehículo.

Ahora bien, si hay que pisar el acelerador, el FF 91 no se hace el desentendido: puede alcanzar los 100 km/h desde cero en 2,4 segundos.

Un rival para Tesla también con apellido ilustre

Este nuevo modelo, cuyas primeras unidades saldrán en 2020 de la planta que la compañía –ahora asociada con la empresa The9 Limited– construirá en China,  es un producto muy interesante que se anticipa al futuro de la movilidad y se ubica en una época en la que los autos no necesitarán conductor. Pero, además, nos traslada virtualmente (vaya paradoja) a un escenario en el cual dos de las mentes más brillantes de la historia de la humanidad se enfrentan en un debate que seguramente, ninguno de los dos hubo imaginados jamás: Tesla y Faraday, dos genios de la física, marcando el futuro desde el pasado.

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