IMPRESION: Chery Fulwin II

Un parcial lavado de cara para el hatch producido en China, cuya principal virtud es el generoso espacio interior y precio. Con diseño más atractivo y motor eficaz, la calidad de algunos materiales y el comportamiento dinámico siguen siendo sus puntos a mejorar. Galería de fotos

Redacción Parabrisas

Dejad que China duerma porque, cuando despierte, el mundo temblará." Vaya si tenía razón Napoleón Bonaparte cuando pronunció esta frase hace más dos siglos. Tal clarividencia se sustenta con la actualidad económica del gigante asiático, que también puede ser aplicada al mundo de los autos: China ostenta cerca de cien marcas fabricantes de automóviles y Chery, que nació allá por 1997 en la ignota ciudad de Wuhu, es una de las más importantes del coloso oriental.

Chery Fulwin II  trasera

La historia de Chery en nuestro país es conocida y más reciente. Desembarcó en 2008 con la primera generación del SUV Tiggo, modelo que ganó buena reputación por la relación precio-producto. Luego llegaron los Face y QQ, para poblar el nicho de los “city car”, hasta que en 2013 fue el turno del Fulwin, que le permitió a la marca hacer pie en el segmento B.

Acaba de recibir una actualización estética y llega procedente desde China con siluetas hatchback y sedán, aunque por poco tiempo. El pasado mes de febrero, el Fulwin II comenzó a producirse en Brasil (allí es conocido como Celer), en la planta que Chery instaló recientemente en la localidad paulista de Jacareí: desde allí comenzarán a arribar a nuestro país sobre fin de año.

Italo-chino

El reconocido estudio Torino Design viene encargándose de darles forma a las líneas del Fulwin desde sus inicios. El centro de desarrollo automotor italiano en el que Chery descansa la creación de futuros modelos, es el mismo que se ocupa de producir versiones especiales de marcas como Maseratti, Bugatti y Porsche.

Claro está, el restyling del compacto en cuestión no ostenta las pretensiones de las marcas mencionadas, aunque bastó para imprimirle una cuota de agresividad y cambiarle la cara a un modelo cuyo estilo estaba pasado de moda.

En este caso, el foco estuvo puesto en modificar el dibujo de la doble parrilla, actualizar las líneas del capó y paragolpes, y reformular el diseño de las ópticas delanteras y traseras, estas últimas ahora con luces de led. Su carrocería mantiene los 1.686 mm de ancho y la generosa distancia entre ejes de 2.527 mm, mientras que aumentó 4,9 cm de largo (4.188 mm) y disminuyó 1,2 cm su altura (1.480 mm). Sin embargo, los cambios más notorios se aprecian puertas adentro, donde la plancha central abandonó su aspecto espartano por un lápiz más apropiado a los tiempos que corren.

El volante tiene una presentación nueva, con un grip más grueso, aunque ya no dispone de los controles del audio de la radio. El instrumental, en tanto, está compuesto por dos cuadrantes hexagonales y un display digital central, aunque sigue sin ofrecer computadora de a bordo y perdió el indicador de temperatura del motor: el display solo notifica el consumo instantáneo y el odómetro parcial.

En líneas generales, la calidad del Fulwin II se asemeja a la de sus pares de origen Mercosur, aunque algunos materiales y muchas terminaciones ameritan una revisión: en la unidad probada se evidenciaban “grillitos” provenientes de los anclajes de los cinturones de seguridad y tapa de la guantera y cobertor del tablero, entre otros.

Por su parte, la habitabilidad sigue siendo uno de sus puntos fuertes, sobre todo para los ocupantes de atrás, quienes dispondrán de un generoso espacio para las piernas y los laterales. Adelante, las butacas son amplias, aunque la del conductor no dispone de regulación en altura. Este detalle, sumado a que el volante solo se ajusta en altura, implica que encontrar una confortable posición de manejo no sea tarea sencilla, especialmente para personas de contextura física grande, ya que el asiento siempre queda en una posición elevada.

Por último, pero no menos importante, destacamos la capacidad de carga del baúl, que con 380 dm3 es de las mejores del segmento: puede alcanzar los 1.330 dm3, si se abate el respaldo enterizo de las plazas traseras. El portón trasero, por su parte, no cuenta con un botón o manija para apertura desde el exterior: en su lugar, se lo abre desde el interior o a través del comando central de la llave.

Todo sigue igual

En la mecánica no hay novedades: equipa un motor naftero Acteco, compañía austríaca propiedad de Chery, de cuatro cilindros en línea y 1,5 litros, que eroga 109 CV y entrega 14,2 kgm. Se trata de un propulsor ágil, especialmente en el ámbito urbano, aunque bastante rumoroso: necesita ser llevado en vueltas (3.000 rpm) para aprovechar el escaso par.

Trabaja asociado a una caja manual de cinco velocidades, cuya selectora es precisa, pero al tacto se advierten algunos ruidos de engranajes: las tres primeras marchas tienen relaciones cortas, mientras que las restantes son más largas. De hecho, la quinta oficia de sobremarcha para descansar el giro del motor, ya que la máxima se obtiene en cuarta (178,2 km/h). Acelera de 0 a 100 km/h en 12,1 segundos, mientras que el consumo promedio ronda los 12,5 km/l.

Dinámicamente encuentra su mejor desempeño en ciudad, dada la sensibilidad de sus trenes de rodajes aunque, al sortear superficies irregulares o en mal estado, ambos ejes reportan ruidos molestos que provienen del tope de los amortiguadores.

En ruta la excesiva “mullidez” de las suspensiones tiende a provocar marcadas inclinaciones de la carrocería. Asimismo, el sistema de frenos ABS responde adecuadamente, aunque el pedal ofrece un tacto poco preciso: recién parece entrar en acción sobre el final de su recorrido. Por su parte, la dirección hidráulica ofrece buena respuesta, sobre todo en espacios reducidos.

Dos por uno

El Fulwin II se ofrece con carrocería hatch o sedán, y un solo nivel de equipamiento. En él se destacan los anclajes para sillas infantiles y los faros antiniebla traseros (ambos no disponibles en el modelo anterior), además de la radio con reproductor de CD/MP3 que suma puerto USB, y aire acondicionado, dirección asistida, alzacristales eléctricos en las cuatro puertas, cierre centralizado con comando a distancia, y apertura interna del baúl y del tanque de combustible.

La dotación de seguridad brinda los obligatorios doble airbag frontal y frenos ABS (con repartidor electrónico EBD), además de faros antiniebla delanteros, alerta de cinturón del conductor desabrochado y regulación interna de altura de faros.

Nos quedamos con gusto a poco debido a la ausencia de un quinto apoyacabeza y cinturón inercial de tres puntos (hay uno abdominal en su lugar), además de contar con una computadora de a bordo muy básica y no disponer de bluetooth, elementos que ofrecen algunos de sus competidores.

El Fulwin II perdió su condición de “el más accesible”, ya que cuesta 151.750 pesos y, por debajo de ese rango, aparecen el Nissan March Active ($ 149.551) y el Renault Clio Mio Dynamique ($ 146.700). Con equipamiento similar al modelo de Chery, pero más caros: Fiat Uno 1.4 Attractive ($ 158.200), Chevrolet Celta 1.4 Advantage ($ 158.800), o Toyota Etios XS ($ 165.100).

En este contexto, el modelo de Chery es una buena alternativa: tiene atributos para dar pelea entre los compactos, aunque todavía debe atravesar la prueba de confiabilidad a una marca que, de a poco, gana la atención de los consumidores locales. En tal sentido, la escasa garantía del Fulwin II merece una revisión: dos años o 60.000 kilómetros; cuando la mayoría de sus rivales dispone de una cobertura de tres años o 100.000 kilómetros.

FICHA TECNICA

MOTOR

Naftero, delantero, transversal, cuatro cilindros en línea, cuatro válvulas por cilindro. Un árbol de levas a la cabeza comandado por correa. Alimentado por inyección multipunto.

Diámetro por carrera 77,4 x 79,5 mm

Cilindrada 1.497 cm3

Relación de compresión 10,5:1

Potencia 107 CV a 6.000 rpm

Torque 14.2 kgm a 3.000 rpm

TRANSMISION

Tracción delantera. Caja manual de cinco velocidades y marcha atrás, con las siguientes relaciones.

1a 3,45:1

2a 2,05:1

3a 1,37:1

4a 1,03:1

5a 0,85:1

M.A. 3,16:1

Diferencial 4,13:1

SUSPENSIONES

Delantera: independiente, MacPherson con amortiguadores telescópicos, resortes helicoidales y barra estabilizadora.

Trasera: semi-independiente, con brazo oscilante y longitudinal, resortes helicoidales, amortiguadores y barra estabilizadora.

FRENOS

ABS

Delanteros discos

Traseros tambores

Dirección

Piñón y cremallera, asistida.

LLANTAS Y NEUMATICOS

Llantas 15"

Material Aleación

Neumáticos 185/60 R15

PRESTACIONES Y DIMENSIONES

Largo/ancho/alto 4.188/1.686/1.480 mm

Entre ejes 2.527 mm

Tanque de combustible 50 l

Peso e.o.d.m. 1.198 kg

Velocidad máxima 178,2 km/h

Acel. 0 a 100 km/h 12,1 seg

Cons. promedio 12,5 km/l

FABRICANTE/IMPORTADOR

Chery China/Chery Argentina

PRECIO

$ 151.750 y dos años o 60.000 kilómetros

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