Renault Sandero Stepway

La marca del rombo pretende reforzar su posición en un segmento cada vez más poblado. Ajustes estéticos, mejoras en calidad y agregados de equipamiento son la noticia más importante. Galería de fotos

Los SUV le cambiaron la cara al mercado automotor mundial. Hoy no existe marca que no tenga uno de estos modelos en su oferta. Pero lo más interesante de este fenómeno es que se ha extendido a todos los segmentos y que ha inspirado a los constructores para desarrollar también unidades que se parezcan a un SUV, como los hatchback del segmento B ataviados al estilo de los Sport Utility. Así, la proliferación de este tipo de modelos es imparable.

En nuestro país, la oferta en este campo es generosa, pero el líder es uno e indiscutido: Renault Sandero Stepway.  Desde su llegada al mercado local se afianzó en una posición de liderazgo, que lo ubica al tope del ránking de ventas entre los de su tipo desde hace varios años. Y ahora, con la actual renovación, la marca del rombo pretende reforzar esa posición en un espacio cuyo crecimiento parece no tener techo.

La nueva serie Stepway fue presentada junto con la actualización de la gama Sandero en el mes de mayo de este año y, del mismo modo que el resto de la gama, llega con un importante ajuste, tanto exterior como interno. Además, la propuesta fue reformulada, ya que ahora las opciones se limitan a dos: la de entrada de gama, Dynamique ($ 197.500) y la de mayor equipamiento, Privilège ($ 212.500), que aquí analizamos.

Retoques que vienen bien

Emitir opinión sobre un diseño siempre es subjetivo, pero en el caso de la gama Sandero Stepway no hay manera de evitarla: esa es la clave de este modelo, ya que quienes lo eligen pretenden moverse en un vehículo “distinto”. De lo contrario optarían por el Sandero “a secas”, que es mucho más barato. Si el modelo “normal” es sencillo, el “aventurero” se destaca. Y con esta renovación, esa diferencia se hace más notoria.

En el actual Stepway, el nuevo lenguaje de diseño de la marca se hace más evidente. La renovada trompa con el gran rombo cobra protagonismo y se asocia con los apliques plásticos negros, que recorren la parte inferior del perímetro de la carrocería, y los otros elementos decorativos (también plásticos negros) en los paragolpes, que se encargan de agregar ese toque de personalidad que un modelo de este tipo exige. Estos detalles se complementan con otros que avanzan en el mismo sentido, tales como, por ejemplo, la parrilla negra y con diseño de panal de abejas, y las “protecciones” símil aluminio en la parte baja de la trompa y la cola. También son diferentes las cavidades donde van instaladas las luces antiniebla delanteras, ya que el paragolpes frontal no es igual al de la variante “ciudadana”. Barras de aluminio en el techo y llantas de aleación específicas para este modelo completan las diferencias estéticas externas.

Sin desdeñar estos ajustes estilísticos, el cambio más importante aparece en el despeje y la altura. Ese espacio libre hasta el suelo es más pronunciado y, si bien puede ayudar para lograr un mejor desempeño en una eventual incursión fuera de ruta, aparece como un detalle que compromete la seguridad. Si bien en la serie Stepway anterior las oscilaciones de la carrocería eran uno de sus puntos flacos, en esta remozada actualización esa característica se ha incrementado. No solo es sensible a los vientos, sino que, además, la carrocería responde con marcadas oscilaciones en curvas más o menos veloces.

Vale recordar que el Sandero es un producto diseñado pensando en una utilización mayormente ciudadana, es decir que curvas veloces y caminos off road deben ser considerados como eventos excepcionales. Y es justamente en la ciudad donde mejor se comporta. Efectivamente, los trenes de rodaje responden con gran eficacia en ese ámbito.

Siguiendo este razonamiento es necesario destacar la respuesta de la dirección, que en maniobras en espacios reducidos (por ejemplo, en el momento de estacionar) se muestra algo pesada. Los frenos actúan correctamente, con buena respuesta en la pista, aunque el ABS se mostró ruidoso.

Mejoras en confort

También hemos notado una importante mejora en términos de confort. Se advierte una clara superación en la aislación acústica, gracias a los cambios aplicados en el interior, espacio en el que se utilizan materiales de mejor calidad que en la serie anterior, según aseguran en Renault. No obstante, todavía quedan algunos plásticos por mejorar.

Esas modificaciones van acompañadas por una importante renovación interior: aparecen ajustes en la decoración y la incorporación de nuevo equipamiento. Por ejemplo, las butacas cuentan con tapizado renovado. En el caso del Stepway, combinan tela y símil cuero, y comparten con el Sandero “a secas” la tecnología CCT (Cover Carving Technology) que mejora el confort del asiento. La posición de manejo es relajada y resulta posible conseguir la mejor ubicación con facilidad, aunque sería más rápido si la columna de dirección se modificara también en profundidad.

El espacio trasero y el baúl no recibieron cambios, motivo por el cual siguen ocupando un lugar de privilegio entre los de su segmento.

El volante (multifunción) es nuevo y también hay cambios en diferentes equipos (por ejemplo, los comandos del climatizador), y el tablero, aunque también nuevo (agrega el sistema GSI que indica el momento ideal para para los cambios) es, podríamos decir, controvertido, ya que, además de los instrumentos de aguja (velocímetro y tacómetro), ofrece un display en el que aparecen las lecturas de la computadora de a bordo y el medidor del nivel de combustible representado por segmentos luminosos, imprecisos. Además, no ofrece medidor de temperatura del refrigerante del motor.

También han cambiado algunos comandos, muchos de los cuales están mal ubicados y no están iluminados: alzacristales traseros, activación de control de velocidad crucero/limitador de velocidad y traba para niños aparecen en la consola cerca de la palanca de cambios. En una ubicación poco intuitiva se encuentra el comando de los retrovisores eléctricos.

Por lo demás, el equipamiento es completo, ofreciendo como elementos destacados navegador satelital (Media Nav con chiches adicionales, como Eco-Coaching y Eco-Scoring, para una conducción más económica), sensor de estacionamiento trasero y los ya mencionados climatizador y cruise control.

Confiable, pero gastador

Las dos versiones del Sandero Stepway actualmente disponibles en nuestro mercado utilizan el efectivo propulsor K4M, un cuatro en línea naftero 1.6 con tapa de dieciséis válvulas, que entrega 105 CV de potencia y quince kilográmetros de par. Trabaja con una caja bien relacionada que, no obstante, es gobernada por una selectora larga que, en ocasiones, entrega un tacto “gomoso”.

En la práctica es un conjunto que responde correctamente y que le otorga al Sandero Stepway el carácter que debe tener: cierta agilidad de maniobra y un andar confortable, a pesar de que para sacarle el mayor provecho es necesario llevarlo en un régimen “alegre” (el torque máximo aparece a las 3.750 rpm).

Las prestaciones que medimos fueron adecuadas, acorde a sus características, marcando claras diferencias con el Sandero “normal”: el Stepway es más lento y consume más que aquel. Mientras que el Sandero alcanzó una velocidad máxima de 170 km/h, logró una aceleración de 0 a 100 km/h en 11,4 segundos y recorrió, en promedio, 11,5 kilómetros con un litro de nafta, el Stepway marcó en esas pruebas, 164,8 km/h, 13,4 segundos y 11,2 km/l, respectivamente.

Para encontrar el porqué de estas diferencias debemos enfocarnos en datos técnicos que surgen a partir de la “personalización”. El Stepway es 23 milímetros más alto y 34 más ancho que el Sandero, tiene un despeje mayor y, además, utiliza neumáticos más grandes y anchos (195/60 R16 contra 185/65 R15).

Como vemos se trata de diferencias que, si bien no son exageradas, marcan, de alguna manera, que se trata de productos que apuntan a objetivos diferentes, y eso también tiene su correlato en el precio. Mientras que por un Sandero Privilège Pack hay que pagar 193.000 pesos, por el Stepway Privilège es necesario desembolsar 212.500 pesos, es decir, 19.500 pesos adicionales para comprar un modelo que ofrece prestaciones inferiores y consume más, pero es dueño de un look diferenciador.

No obstante, si lo comparamos con sus rivales, el Sandero Step-way está bien posicionado. Entre sus posibles competidores, el más barato es el Toyota Etios Cross, que vale 195.700 pesos, pero está menos equipado, su motor es menos potente (90 CV) y tiene baúl más chico (270 dm3). Los que se acercan un poco más son: Fiat Idea Adventure (motor de 115 CV, 380 dm3 de baúl, pero sin navegador), a 236.700 pesos, y el renovado Volkswagen CrossFox (motor de 101 CV, baúl de 270 dm3 y equipamiento completo con GPS), que vale 237.709 pesos.