Triple comparativo gama Cross

Ideados como vehículos low cost, más tarde fueron convertidos en aventureros. Las diferencias radican en equipamientos y calidades como así también en importantes diferencias de precios. Popularmente conocidos, tienen al aspecto exterior y el espacio interior como estandartes. Galería de fotos

Redacción Parabrisas

Nacieron de una idea que en la región se convirtió en éxito en poco tiempo: sumar aditamentos aventureros en autos convencionales, simulando ser vehículos preparados para enfrentar caminos adversos. Galería de fotos

Los tres son comúnmente conocidos, pero recién ahora pudimos tomar contacto con el último en renovarse hace un tiempo (también es el que inauguró el subsegmento en 2006). Hablamos del Volkswagen Crossfox, que incorporó un detalle importante en el mundo del off road, el control de descenso. También, y al igual que el Fox convencional, sumó ESP, asistente de arranque en pendientes, motor de dieciséis válvulas y caja de seis marchas, entre otros elementos. Todas estas novedades hacen que a priori se ubique por encima de los competidores del segmento, es decir, los únicos modelos del segmento B que tienen un concepto similar, Renault Sandero Stepway y Toyota Etios Cross, conocidos y previamente probados en Parabrisas.

Decidimos ponerlos frente a frente para evaluarlos y dar un veredicto, teniendo en cuenta que la diferencia de equipamiento de cada uno se contrarresta en el precio final.

Como es de público conocimiento, la devaluación del peso probablemente haga modificar las listas de precios considerablemente. Los valores se tomaron al 20 de diciembre de 2015.

A LA MODA

Con amplio espacio interior, junto a un costo de fabricación bajo, los tres ahorran piezas que dejan al descubierto algunos detalles estéticos con el fin de abaratar costos.

Todos se producen en Brasil y sus figuras son bien conocidas: repasemos. Fox se inició como un auto de bajo precio, lanzado en la Argentina en 2004. Sin embargo, la versión vestida para la aventura tomó contacto con el público un par de años después. En 2010 sufrió un importante cambio de paradigma: el aspecto se volvió más juvenil y la calidad mejoró al igual que el equipamiento, lo que volvió a ratificarse a fines de 2014, cuando apareció la tercera fase y actual que (siempre sobre la misma plataforma) mantiene un diseño continuista. Es el único que incorpora la rueda de auxilio colgando del portón trasero, solución complicada para la vida diaria, ya que hay que estar pendiente ante situaciones de robo y de no dañar trompas ajenas al intentar estacionar.

Si bien no cambió la plataforma, el Sandero transita por la segunda generación, muy distante en términos estilísticos de la inicial. Centrándonos en el Stepway, por su aspecto no hace abuso de plásticos y recursos aventureros pero, además, la gran distancia entre ejes y ancho de la estructura lo deja bien plantado.

Donde no hubo sutilezas fue con el Etios Cross, un low cost hecho y derecho, funcional en todos los aspectos y que se vende, sin cambios de importancia, desde finales del 2013. Claro que la mayor “sofisticación” de los adversarios debe pagarse en los concesionarios.

PURA VIDA

El puesto de mando más lógico lo brinda Etios, que posee una butaca (de sujeción lateral escasa) con amplia regulación. El problema es que el volante solo se regula en altura, al igual que Sandero, donde la postura es un poco más elevada. El del Fox, además, se regula en profundidad, pero el conductor viaja demasiado alto. En cambio, el punto a favor para el VW se lo lleva el tablero, bien visible y con cuatro agujas. Sandero y Etios son similares en cuanto a información, pero la posición central del Toyota, sumada a la falta de ordenador de a bordo, lo perjudican. La habitabilidad está un punto por delante en el Sandero Stepway, principalmente por el ancho, aunque en los tres se viaja cómodo. Con 320 litros, el baúl del Renault también es el más grande y supera al de los competidores por buen margen.

La vara de la calidad la eleva el Volkswagen: tiene mejores materiales y detalles más cuidados. De todas formas, el soporte externo de la rueda, y el asiento posterior corredizo (puede mejorar la capacidad de baúl) le juegan una mala pasada, ya que provocan algunos ruidos interiores. Etios tiene materiales justos, tornillos a la vista y piezas algo endebles (como en la parte baja de la plancha), pero los combina con detalles cromados y negro brillante que elevan la percepción. Sandero, aunque tiene tapizados de puertas sin partes textiles, en líneas generales está un paso por delante del de marca japonesa.

QUIEN DA MAS

El Crossfox que evaluamos tenía elementos que vienen como opcionales, por ejemplo, navegador satelital, techo corredizo, llantas de dieciséis pulgadas y tapizado de cuero sintético, que suman más de 30.000 pesos. Si dejáramos de lado esos extras, igualmente gana con comodidad. Tiene sensores de lluvia, luces, estacionamiento delantero y trasero, y espejo con oscurecimiento automático. Sandero le responde con aire acondicionado automático (no es climatizador), limitador de velocidad, y el muy intuitivo sistema Media Nav. Etios no equipa nada de lo antes mencionado: solo lo justo y necesario, como pack eléctrico, llantas de aleación, y radio con bluetooth y MP3.

Claro que la nómina no termina en el confort, y la seguridad también ve como ganador al Volkswagen. Como extra mencionaremos los controles de estabilidad y tracción, asistente al arranque en pendientes o luz rompeniebla trasera.

CORRECTOS

Las plataformas económicas no se caracterizan por disponer de motores potentes y chasis perfectos. Tienen que ser nobles, económicos y cómodos para el día a día, objetivo que cumplen sin problemas. En la ruta están comprometidos con los vientos laterales, principalmente Sandero y Crossfox, ya que las suspensiones son elevadas. No sucede lo mismo en el Toyota, que permaneció sin cambios mecánicos, solo estéticos. En ciudad, las suspensiones suaves logran absorber correctamente baches y cortes de asfalto, situaciones en las que Etios Cross es el más “durito”. En la tierra circulan sin sobresaltos, aunque la menor altura del Toyota hace que pueda tocar abajo el deflector. Con ese antecedente, el único que ofrece cubrecárter metálico es el Sandero Stepway, que en contrapartida tiene rueda de auxilio de quince pulgadas, medida diferente a las que visten la carrocería.

Los motores son relativamente modernos, ya que todos tienen dieciséis válvulas. Renault y Volkswagen utilizan bloques 1.6, que logran potencias de 105 y 110 CV, respectivamente. El Toyota, en cambio, recurre a un motor 1.5, que produce 90 caballos y emplea cadena de distribución para reducir los costos de mantenimiento. Es ágil en todo régimen. Crossfox se muestra ágil en baja, pero en alta es poco enérgico, diferente a Sandero, que se despierta “arriba”.

La casa alemana demuestra un plus con la caja: al excelente comando que la caracteriza, se agrega la sexta velocidad, que descansa al motor en la ruta, optimizando las cifras de consumo, gracias a una relación final muy larga, que penaliza algo las prestaciones. Por ejemplo, a 130 km/h gira a 3.000 revoluciones, mucho más descansado que las 3.800 vueltas con las que el Etios circula a esa velocidad en quinta.

La insonorización es superior en el producto de Volkswagen, mientras que las direcciones eléctricas de este último y Etios obtienen un extra frente a la hidráulica convencional de Sandero. Las distancias de frenado fueron algo largas para Crossfox.

CALCULADORA EN MANO

Por 212.500 pesos, el Toyota Etios Cross aparece como una opción austera, con motor destacable y amplio espacio interior. Sandero Stepway Privilege se ofrece a 247.700 pesos, tiene buen confort, amplio baúl y, además, ofrece otra versión (Dynamique) con equipamiento de confort similar a Etios Cross, por 230 mil pesos. Al precio de lista de 265.500 pesos de Crossfox Highline hay que agregar el valor de los opcionales de la unidad probada ($ 33.200), que elevaban la cifra hasta $ 298.700. Tiene mejor calidad, más seguridad y caja de seis marchas. ¿Se justifica? Cada comprador deberá tener en cuenta sus preferencias. Y el bolsillo será quien dicte la decisión final.

VEREDICTO

La elección está condicionada por las diferencias de equipamiento, pero se equipara bastante con los precios. La suma de estrellas da como ganador al Crossfox Highline con 27,5 puntos; segundo se ubicó el Sandero Stepway Privilege con 27; tercero, el Etios Cross, que logró quedar muy cerca, con 26,5 puntos. Los tres modelos están ampliamente probados, son confiables y rendidores, pero cada uno tiene una receta particular. El bajo precio podría inclinar la balanza hacia Etios; la seguridad y calidad, a Crossfox; la generosa habitabilidad y equilibrio general, a Sandero. Cada comprador deberá tener en cuenta las preferencias que considere adecuadas.

Ficha técnica y prestaciones

Ficha Técnica