Mini Countryman Cooper S Chili

Por Alejandro Cortina Ricci - Más espaciosa y estilizada, la nueva generación del SUV “británico” llega al país con nuevas ofertas mecánicas. Manejamos la versión turbo de dos litros y 192 CV, con caja automática de ocho velocidades y tracción delantera. Galería de fotos

Redacción Parabrisas

Hace casi seis años, en la edición de abril de 2012, en Parabrisas probábamos el por entonces nuevo “juguete” de Mini. Se trataba del Countryman, variante que irrumpía en la escena mundial como una alternativa más versátil del simpático Cooper, dadas sus llamativas características: mayor despeje y espacio interior, además de tratarse del primer Mini con tracción integral.

Tras dejar de ofrecerlo en el mercado local en 2016, la filial argentina de BMW retomó la comercialización del SUV de Mini de nueva generación, que ahora se produce en Holanda (antes en Austria por Magna Steyr), sobre la plataforma UKL2, arquitectura que también da vida a los nuevos Mini Clubman.

Está disponible con dos motorizaciones nafteras: 1.5 turbo de tres cilindros (136 CV) con caja manual o automática de seis velocidades, y 2.0 turbo de cuatro cilindros (192 CV) con caja automática de ocho velocidades: manejamos esta última variante con tracción delantera, aunque cabe destacar que la gama conserva la opción All4 con tracción integral de acople automático como tope de gama.

Lee también: El MINI clásico tiene una versión eléctrica

Más familiar

Sin resignar el espíritu estilístico que llevó a la fama al modelo, esta nueva generación recibió los retoques justos y necesarios para conservar su atractivo. Los cambios más notorios se advierten en la zona frontal, donde la parrilla y las ópticas ganaron volumen, en conjunto con el aspecto general del vehículo, ahora de mayor porte.

En ese sentido, quienes se hayan subido a la generación anterior del Countryman advertirán un mayor espacio interior, sobre todo en las plazas traseras. Eso se debe, fundamentalmente, al notable crecimiento en 18 centímetros de su carrocería, mientras que la distancia entre ejes también se alargó 8 cm. Atrás viajarán con comodidad dos adultos y eventualmente un menor, ya que la plaza central trasera sigue siendo incómoda y diminuta.

Con excelente sujeción y cojines que se extienden longitudinalmente, las butacas delanteras cuentan con regulación en altura, profundidad y lumbar (todos los comandos son manuales). Dependiendo del perfil del usuario, algunos estarán más a gusto que otros, debido a que los asientos no son para nada mullidos, más bien deportivos (algo duros).

El panel de a bordo mantiene el característico display digital (de 8,8 pulgadas), ubicado en el centro. Desde allí se puede manipular de manera táctil todas las alternativas de la computadora de a bordo, cámara de retroceso, navegador satelital y “seteos” del vehículo, o bien a través de una ruedita ubicada en la consola central.

Tanto la percepción de calidad como la aislación acústica del habitáculo son indiscutibles. Allí conviven materiales blandos con plásticos de destacada manufactura, junto con el tapizado de tela “vintage” muy agradable, que también reviste paneles de puertas. Al toque de gracia lo da la ambientación luminosa interior de led (puede configurarse el color), y las teclas “tipo avión” ubicadas debajo del techo y en la consola central.

El tablero de instrumentos es minimalista: reúne dos relojes analógicos con un pequeño display digital, mientras que el indicador del nivel de combustible es un aplique plástico con segmentos luminosos, resolución poco precisa.

El volante multifunción ofrece un excelente grip y cuenta con ajustes en altura y profundidad para obtener con facilidad una óptima posición de manejo. La capacidad de carga del baúl mantiene sus generosos 450 dm3. Ahora ofrece apertura automática, que también puede ser activada a través de gestos con sólo mover el pie debajo del paragolpes trasero. La mala noticia es que dentro del espacio de carga no encontraremos rueda de auxilio: tiene neumáticos Run-Flut con kit de reparación.

Lee también: Ahora podés crear tu Porsche como lo soñaste

Más poder

En épocas de downsizing, la marca alemana se adapta a la moda con el 1.5 de tres cilindros y 136 caballos para las versiones Pepper, pero llamativamente reemplaza el conocido 1.6 THP de la generación anterior por propulsor de “dos litros”.

Con inyección directa, turbo y distribución por cadena, este vigoroso impulsor de 192 caballos (entre 5.000 y 6.000 rpm), entrega 29 kgm de torque máximo a partir de las 1.350 y hasta las 4.600 rpm. Trabaja asociado con una caja automática Steptronic de ocho velocidades (sin levas en el volante) de buen desempeño, con la que logra prestaciones excepcionales.

Basta con repasar las mediciones de 0 a 100 km/h, rango en el que el Countryman necesitó apenas 7,9 segundos (8,5 con el propulsor anterior), mientras que alcanza una velocidad máxima de 215,1 km/h, ambos registros en modo Sport. A propósito de esto, cabe destacar que este Mini dispone de tres modos de conducción: Green, Mid y Sport.

El primero funciona desconectando la transmisión una vez que se deja de acelerar (como si se circulara en punto muerto), para mejorar el rendimiento del motor; el segundo es la configuración convencional, mientras que el último desconecta el control de tracción y estabilidad para lograr prestaciones más contundentes. Los niveles de consumo de combustible son levemente más elevados que los del modelo anterior: 10,2 km/l en ciudad y 13,6 km/l en ruta, promediando unos 12,4 km/l.El comportamiento dinámico es, sin duda, su aspecto más destacado.

En altas velocidades se lo advierte muy firme y, al momento de doblar bruscamente, siempre transmite sensación de control absoluto. Con un esquema de suspensiones sutilmente menos áspero que su antecesor, el Countryman se ha convertido en un auto más ameno para el uso diario, siempre comparándolo con el resto de las versiones de Mini, aunque si se transita por calles dañadas o empedrados, los ejes copian marcadamente las imperfecciones del suelo, en parte también por el bajo perfil de los neumáticos (50), pese a ser de rodado 18.

No obstante, cabe destacar que el generoso despeje de 17 centímetros le permite sortear holgadamente lomos de burro y cunetas: en caminos normales, el confort de marcha es adecuado.

Con discos en las cuatro ruedas y varias asistencias electrónicas, el sistema de frenos responde con solvencia y de manera inmediata, bajo el mando de un pedal muy sensible: para detenerse por completo desde 100 km/h necesitó 38,7 metros, una buena marca.

Equipamiento y... ¿rivales?

En líneas generales, ofrece una buena dotación de confort y seguridad. Destacamos elementos como el climatizador automático bi-zona, la moderna pantalla táctil con navegador satelital, bluetooth, cámara de marcha atrás y una completa computadora de a bordo, además del enorme techo panorámico.

Con siete airbags, frenos ABS con EBD y discos en las cuatro ruedas, junto a los sistemas de asistencia electrónica (de tracción y estabilidad), este ítem queda bien cubierto. Sin embargo, se le puede reprochar la mencionada ausencia de una rueda de auxilio o los ajustes de las butacas delanteras, que son de accionamiento manual. Si bien algún usuario podría reclamar un tapizado de cuero, el que tiene le sienta muy bien.

En nuestro país, la gama Countryman arranca en los 43.900 dólares (Pepper manual) y 46.900 (Pepper automático), ambos equipados con el motor 1.5. “Nuestro S Chili” se ofrece a 53.900 dólares, mientras que la opción tope de gama (con tracción ALL4), cierra la oferta en 60.900.

Por proporciones, el rival más cercano dentro del mundo premium es el Audi Q2 Sport, aunque el SUV de los anillos equipa un motor de menor porte (1.4 TFSI de 150 caballos) y es sustancialmente más barato: 46.000 dólares, sin opcionales.

Más allá del rival por etiqueta, quienes busquen un SUV encontrarán por valores similares e incluso inferiores, modelos de segmentos superiores de marcas generalistas, aunque está claro que el Countryman es un modelo de nicho. En otro orden, desde el inicio de año BMW Argentina extendió el plazo de la garantía para este modelo, de dos años sin límite de kilometraje a tres años ó 200 mil kilómetros.

FICHA TÉCNICA Y PRESTACIONES - MINI COUNTRYMAN