Importado desde Francia: manejamos el nuevo Peugeot 308 S

Llega desde Europa para posicionarse por encima de la variante tope de gama del hatch producido en El Palomar. Diseño atractivo, buena calidad general y destacadas prestaciones, a un valor levemente más elevado que los medianos del mercado local. Galería de fotos

A veces hay que volver a las bases. Peugeot es una de las pocas marcas que siempre mantuvo un vínculo muy estrecho con el público argentino, ofreciendo en cada uno de sus modelos históricos una cuota insustituible de personalidad, con los diseños vanguardistas de la impronta francesa.
Ya han pasado algunos años desde el lanzamiento del 308 nacional (2011), modelo que, si bien recibió algunas actualizaciones estéticas, fue perdiendo terreno en el segmento de los hatch medianos ante la llegada de productos más modernos, globales y tecnológicos.

Peugeot 308 S
Por eso, la llegada del 308 europeo representa una bocanada de aire fresco en un momento bisagra para la marca del león, en el que se encuentra transformando las instalaciones de su planta industrial ubicada en la localidad bonaerense de El Palomar (tras una inversión de 320 millones de dólares), donde una moderna plataforma modular comenzará a dar vida a varios modelos del Grupo PSA, presumiblemente antes de fin de año.

Estirpe felina
Esta segunda generación del bicuerpo francés se actualizó el año pasado siguiendo las pautas de estilo que viene mostrando la marca en sus últimos modelos. Es decir, un frontal donde se destaca la musculatura del capó y una parrilla cromada de corte vertical, con grandes tomas de aire en el sector inferior y modernas ópticas de xenón, cuyo contorno superior luce una tira de led.
Indudablemente, es un auto que tiene mucha personalidad. Las llantas de aleación de 17 pulgadas de estilo deportivo, y la armoniosa ascendencia de su línea de cintura, encuentran su remate en el portón trasero, donde una firma lumínica (también de led) emula las garras de un león.
Puertas adentro encontramos una evolución del ya conocido i-Cockpit de la marca, con volante pequeño, cuadro de instrumentos ubicado por encima de la columna de dirección y una generosa pantalla táctil sobre el panel central. Este es un punto conflictivo, ya que a veces la modernidad atenta contra la practicidad: todos las funciones se manejan de manera táctil desde allí, siendo muy engorrosas las manipulaciones del climatizador y la radio, ante la ausencia de perillas. De aparecer una eventual falla en el sistema, nos quedaríamos sin poder controlar varias funciones del auto.
La posición de manejo se encuentra con suma facilidad. Esto se debe a que el volante tiene doble regulación, pero además porque las butacas delanteras son mullidas y cuentan con un diseño ergonómico (con tendencia a la deportividad) y diversos niveles de ajustes: manuales, de altura y profundidad, y ajuste lumbar eléctrico. Además, ambas plazas ofrecen dos memorias.

Peugeot 308 S
El tapizado combina alcántara con cuero, y el habitáculo dispone de un generoso techo panorámico, cuyo cobertor interno mitiga adecuadamente la entrada de luz solar. En las plazas traseras entrarán con comodidad dos adultos, aunque el espacio para las piernas es algo justo. Por su parte, la capacidad del baúl del 308 S es de 420 dm3, y, afortunadamente, debajo del piso de este sector encontraremos una rueda de auxilio idéntica a las titulares.
 
Un viejo conocido
Actualmente llegan dos versiones del 308 europeo: S y S GT, ambas equipadas con el conocido motor naftero 1.6 THP (turbo con inyección directa), aunque la diferencia está en la entrega de potencia y el tipo de caja. En el S GT que manejamos en la edición de septiembre de 2018 (número 479) a modo de anticipo, rinde 225 caballos y viene con caja automática de ocho marchas. Por su parte, en la versión más “tranquila” del hatch francés desarrolla 165 CV y trabaja asociado con una caja automática Tiptronic de seis velocidades con convertidor de par: exactamente la misma configuración mecánica del modelo nacional en sus versiones tope de gama.
La respuesta del conjunto es excelente: ya a partir de las 1.500 rpm tracciona con decisión. Las prestaciones obtenidas en la pista de pruebas dan cuenta de su contundencia: acelera de 0 a 100 km/h de 8,3 segundos y alcanza una velocidad máxima de 205,9 km/h.
Con una transmisión bastante obediente (aunque algo perezosa ante bruscos requerimientos del acelerador, que cuenta también con opción Sport y la posibilidad del mando manual secuencial, pero sólo a través de la selectora) entrega buenos valores de recuperación, indispensables a la hora de realizar sobrepasos en la ruta: para pasar de 80 a 120 km/h necesita apenas 5,9 segundos.
Un aspecto destacable es el rendimiento del motor en ruta, donde puede recorrer 18,1 km/l y 14,4 km/l a 90 y 120 km/h, respectivamente. En ciudad, la marca baja sustancialmente hasta 9,3 km/l, para promediar unos nada despreciables 13,9 kilómetros por cada litro de combustible.

Peugeot 308 S
Dinámicamente es un vehículo muy agradable de manejar. Al igual que el “GT” que probamos meses atrás, cuenta con un esquema de suspensiones que prioriza la respuesta dinámica de un chasis bajo y bien equilibrado. Esta configuración, sumada a los neumáticos anchos de bajo perfil (225/45) en llantas de 17 pulgadas, puede transmitir cierta aspereza en determinadas situaciones de uso en ciudad, fundamentalmente en calles irregulares o empedrados. No obstante, ofrece un agradable confort de marcha, acentuado por la eficaz asistencia de la dirección (eléctrica).
La respuesta del sistema de frenos (con enormes discos en las cuatro ruedas) es sobresaliente. No sólo por las cortas distancias que logra, sino también por mantener la línea en toda la trayectoria. Para detenerse por completo desde 100 km/h precisó 39,8 metros.

No le pesa ser extazona
El 308 S se ofrece en nuestro país en una sola configuración de equipamiento (Allure Plus, a 1.234.900 pesos), cuya dotación es muy completa. Tanto es así que, si bien utiliza una nomenclatura inferior a la empleada por el tope de gama “made in Palomar” (Feline, que cuesta 1.025.400 pesos), dispone de más elementos de confort y seguridad (ver equipamiento destacado).

Peugeot 308 S
Pese a tributar el 35 por ciento de arancel aduanero por tratarse de un modelo extrazona, su valor no es demasiado superior al de las opciones más equipadas de la competencia, todas producidas en la Argentina o en México. Por ejemplo, el Chevrolet Cruze 5P LTZ +, con motor 1.4 turbo de 153 caballos y transmisión automática, cuesta 1.179.900 pesos, mientras que el Ford Focus 2.0 Titanium AT (170 CV) tiene un valor de 1.017.000 pesos. Entre las opciones aztecas aparecen el Volkswagen Golf 1.4 TSI Highline DSG     (150 caballos), que se ofrece a 1.059.000 pesos, y el Kia Cerato 2.0 AT (152 CV) que vale 29.200 dólares, es decir 1.109.900 pesos al cambio oficial al cierre de esta edición. 

 

FICHA TÉCNICA Y PRESTACIONES