Audi A3 sedán S line

Por Walter Togneri - Con clara impronta deportiva, este cuatro puertas ofrece una respuesta destacada tanto en la ciudad como para largos recorridos ruteros. Muy buena calidad y un nivel de equipamiento que crece con los opcionales, y junto con ellos, el precio. Galería de fotos

Redacción Parabrisas

Los sedanes compactos no son productos fáciles de encontrar entre las marcas más exclusivas en el mercado local. Pero sí son aquellos que, para muchos usuarios, representan la fórmula ideal: tamaño perfecto, habitabilidad adecuada con un baúl de gran capacidad independiente del habitáculo, y —como corresponde a un producto de su jerarquía— altas dosis de estilo, equipamiento y calidad.

A estas cualidades es necesario agregar la que surge de su diseño: en el caso del Audi A3 sedán, la combinación adecuada entre elegancia y deportividad. Efectivamente, el Audi A3 sedán es una especie de “baby A4”, ya que, con cotas reducidas, sigue de cerca las proporciones de su hermano mayor. Y en la versión que aquí analizamos, la S Line, gracias a una serie de elementos agregados adquiere un porte especial que orienta su estilo hacia el costado más deportivo de la especie.

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Ese casco —con trompa alargada, sector posterior acotado y una serie de piezas cromadas que enfatizan el brillo de la carrocería (el perímetro de la zona vidriada, por ejemplo) y que se combinan con otros elementos que aumentan el efecto, como las llantas de aleación de 18 pulgadas— presenta un despeje que lo deja cerca del piso y obliga a cuidar la trompa cuando atravesamos algún badén.

Si hablamos de brillos, es necesario considerar los grupos ópticos: todas las luces son de led, incluyendo las de marcha atrás, patente e interior, además de las DRL de circulación diurna. Del mismo modo, la elegante deportividad se extiende hasta el habitáculo. Materiales de primera calidad y una decoración muy bien lograda son parte de un espacio habitable en el cual el conductor llegará rápidamente a su mejor posición frente al volante, gracias a las múltiples regulaciones de la butaca (sólo es eléctrico el ajuste lumbar) y la columna de dirección.

Atrás, la habitabilidad se reduce a la comodidad de dos adultos de hasta 1,75 m de estatura, ya que la caída del techo puede representar una molestia para los más altos. La plaza central es pequeña y está penalizada por la presencia del pseudo túnel de la transmisión. En cuanto al baúl, ofrece una capacidad de 425 litros, volumen destacado que, no obstante, se puede ampliar abatiendo los respaldos de las plazas traseras.

Hay mucho más

Como suele suceder con los modelos de esta marca, la dotación de equipamiento de la que dispone es generosa, pero se puede ampliar con el agregado de varios opcionales (tal el caso de la unidad de pruebas), los cuales, por supuesto, incrementan el valor de venta.

Entre los elementos más destacados podemos mencionar el tablero ciento por ciento digital (Virtual Cockpit), cuya configuración se puede modificar dándole protagonismo al mapa del navegador o, por ejemplo, a los cuadrantes de tacómetro y velocímetro, junto con las lecturas de la computadora de a bordo. Temperatura del refrigerante y nivel de combustible están a cargo de medidores de segmentos luminosos, imprecisos. Una pantalla desplegable de siete pulgadas muestra todas las funciones del sistema que gobierna a este A3.

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Desde ella se pueden operar, accionando un comando circular tipo joystic, el Drive Select que permite modificar la respuesta de motor y las suspensiones para, por ejemplo, conseguir un manejo más deportivo. En esa pantalla también se proyectan las imágenes de la cámara de marcha atrás. El techo solar panorámico viene como agregado en el denominado paquete Alcántara, y junto con él el tapizado de ese material.

Las llantas son de aluminio, de diseño especial y 18 pulgadas, en este caso opcionales. La rueda de repuesto es temporal, un detalle a mejorar, aunque es una solución muy común en este segmento. En el rubro seguridad, el nivel de equipamiento es destacado, con siete airbags, cuatro discos, anclajes Isofix y una amplia batería de controles electrónicos.

Le gusta acelerar

Debajo del capó de este A3 aparece un propulsor de cuatro cilindros en línea, de dos litros, alimentado por inyección directa y turbo con intercooler, que entrega 190 CV de potencia y un par motor máximo de 32,6 kgm, marca a la que llega cuando el cigüeñal gira entre las 1.500 y las 4.200 rpm.

Eso significa que este motor tiene un rango de aceleración muy amplio, condición que se multiplica gracias a la participación de otra pieza clave en este equipo: la caja.

Se trata de un sistema automático de siete relaciones con doble embrague, muy bien relacionado (con posición sport y levas), característica que se suma a la habitual velocidad de respuesta de este tipo de transmisiones para conseguir un desempeño sobresaliente.

En nuestras pruebas alcanzamos una velocidad máxima de 230,2 km/h y una aceleración de 0 a 100 km/h de 7,5 segundos. Por supuesto, las recuperaciones, teniendo en cuenta estas características mecánicas, son excelentes. Por ejemplo, para pasar de 80 km/h a 120 km/h en S (Sport) necesitó 4,6 segundos.

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El consumo también es muy bueno, aunque algo elevado en la ciudad (cuenta con sistema start/stop), circuito en el que medimos un rendimiento de 8,7 km/l. Pero es excelente en la ruta a velocidad constante, con una marca de 16,8 km/l circulando a 90 km/h, cifras que determinan un promedio de 12,1 km/l.

Con un tanque de combustible cuya capacidad es de 50 litros, el Audi A3 Sedán 2.0 TFSI S tronic se asegura una autonomía superior a los 500 kilómetros. En las pruebas comprobamos también la eficacia del sistema de frenos, que con cuatro discos, ABS y asistentes electrónicos, logra detener a este compacto de poco más de 1.200 kilogramos en distancias muy cortas y con total estabilidad.

Por ejemplo, para detenerse desde 120 km/h necesitó 58,5 m. También responde de manera eficaz la dirección, que ofrece la resistencia justa en toda condición de circulación, mientras que las suspensiones se mostraron siempre firmes, otorgándole a este producto una destacada respuesta en la ruta y en curvas rápidas. Por su parte, el eje trasero multibrazo se ocupa de llevar gran confort al habitáculo.

Con opcionales

La lista de precios de Audi Argentina señala que el A3 Sedán 2.0 TFSI s tronic se vende a 50.100 dólares, valor que en la unidad de prueba trepaba hasta los 64.000, debido al agregado de opcionales (ver recuadro).

En este caso estamos frente a un modelo que, por ahora, no tiene rivales directos con los cuales confrontar. Podemos buscar tangencialmente al Mercedes-Benz CLA 200 (con motor de 156 CV y baúl de 470 litros, a un precio de 46.500 dólares), pero se trata de un modelo que está en retirada, ya que será reemplazado por el Clase A, sedán recientemente presentado en el Salón de San Pablo.

FICHA-AUDI A3 SEDAN