¡Que vivan los deportivos!

A pesar de que muchos especialistas habían anticipado la muerte del modelo, las automotrices aún apuestan a él. Las principales novedades. Galería de fotos

Redacción Parabrisas

Por Thomas Geiger (dpa)

Parecía ser el último de su especie: en el estreno del actual Porsche 911, hace algunos años, los escépticos coincidían en que era el punto y final de los autos deportivos de corte clásico. Tres años después, BMW inició una nueva era con el deportivo i8 con tecnología plug-in, motor eléctrico y un tres cilindros. Pero los modelos a todo gas clásicos siguen vivos. Simples biplazas veloces por el gusto de conducir.

El modelo a seguir en el negocio de los deportivos es precisamente el Porsche 911. "Poco a poco la industria ha comprendido que los potentes autos de 1.000 caballos no son deportivos, sino sólo inversiones de capital que quedan guardados en garajes climatizados", dice el experto Paolo Tumminelli, al tiempo que agrega: "Como nadie puede ganar esta batalla, los fabricantes lo han pensado mejor y fabrican de nuevo autos que no son más potentes ni más rápidos, sino más vivos y hábiles, que se pueden vender con más facilidad".

Es el caso de McLaren, el fabricante británico de Fórmula 1. Tras definir con el modelo P1 el arquetipo del "superdeportivo", ahora desea duplicar su producción con otro. La línea de producción se llama "Sports Series" y llegará al mercado próximamente con un precio que partirá de los 160.000 euros (178.123 dólares) y con dos variantes: como 540C con 540 caballos o como 570S con más potencia. Ningún problema para adelantar, ya que el 540C acelera de cero a 100 km/h en 3,5 segundos y alcanza una velocidad máxima de 320 km/h.

Otra novedad en esta clase es el Mercedes GT. Mientras su predecesor, el SLS, estaba concebido como una pieza de lujo con sus puertas de dos hojas, el GT es un rival más burgués del 911. Sin las puertas que se elevan, es más manejable y ligero. Cuenta con un nuevo motor V8 con 462 caballos o 510 y el precio se rebaja hasta los 115.430 euros.

Por su parte, Audi presentará pronto por un precio de 165.000 euros la segunda generación del Audi R8. Aunque sigue pareciendo un gran modelo, el coupé es más ligero, se centra más en el conductor y logra un amplio equilibrio entre el día a día y la velocidad en el circuito.

A diferencia de la mayoría de sus rivales, sigue sin tener en la parte trasera un motor sin turbo. En cambio, cuenta con un diez cilindros de 5,2 litros de 540 o 610 caballos. Se alcanzan así velocidades máximas de 330 km/h con un consumo de de 11,4 litros (emisiones de CO2 de 272 g/km).

La segunda generación del R8 llega también con un motor eléctrico. "Más emociones, menos emisiones", promete el jefe de desarrollo del modelo, Ulrich Hackenberg, que tiene como objetivo una autonomía eléctrica de más de 400 kilómetros.

En tanto, Aston Martin prepara el sucesor del DB9 y se espera que Nissan presente en el Salón del Automóvil de Tokio (en la primavera argentina) la próxima edición del GT-R.

También Bentley entra en este segmento, como anticipa el prototipo EXP10, definido por el diseñador Rolf Frech como "una mirada concreta de un próximo modelo". El biplaza está muy orientado al conductor. "Entre conducción, rendimiento y lujo, esta vez el tono está en el primer elemento", afirma Frech.

Por su parte, Porsche prevé dos nuevas variantes del 911 y ofrece ya los "bestseller" Targa GTS para los que disfrutan del deporte y GT3 RS, un modelo de competición con permiso de circulación.

Asimismo, Chevrolet añade en la serie Corvette una variante "performance" mejorada, la Z06, con un motor V8 de 659 caballos; y Ferrari renueva el modelo Italia con un cambio de motor: el V8 de 4,5 litros deja sitio a un 3,9 litros turbo que, sin embargo, tiene más fuerza con 670 caballos en lugar de 570.

Para el diseñador y analista Paolo Tumminelli, el fervor por la velocidad no es una sorpresa: "Por supuesto que ahora hay deportivos más racionales, pero si se mira bien, hoy, como en los años 60, el deportivo de verdad es la forma más rápida, segura y eficiente de locomoción y por ello es el automóvil más inteligente".

Por ello no teme por el futuro del segmento. La marea de nuevos modelos deportivo sólo confirma, en su opinión, lo que siempre dijo Ferry Porsche: "El último auto que se fabrique será un deportivo".

FUENTE: dpa

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