Al final, parece que los motores de combustión tienen vida para rato

Una nota publicada por CNNMoney asegura de que la desaparición de los motores propulsados por combustibles fósiles es improbable. ¿Cuáles son los argumentos? Galería de fotos

Redacción Parabrisas

Todos los días aparecen nuevas señales que dan por sentado que el futuro de la movilidad automotriz será eléctrico. Esas pistas son generadas por las terminales, compañías que desde hace décadas trabajan sin pausa en el perfeccionamiento de sistemas de propulsión alternativa.

Sin embargo, parece que no todo está dicho en este tema. El portal mexicano Expansión reproduce una nota de CNNMoney firmada por Chris Isidore en la cual se reúnen argumentos por los cuales se afirma que la desaparición de los motores de combustión interna no solo está lejos sino que, además, su extinción es improbable.

Aquí lo reproducimos:

El motor de combustión interna ha existido desde hace más de un siglo. Y debería seguir existiendo en las próximas décadas, a pesar del reciente anuncio de Volvo de que se alejará de los automóviles impulsados solo por gasolina.

“Es difícil encontrar tecnología que sea más adecuada para los autos”, dijo Rebecca Lindland, analista ejecutiva de Kelley Blue Book. “La idea de que nos estamos alejando completamente de la combustión interna es completamente exagerada”.

No hay duda de que los autos eléctricos son cada vez más populares. Los precios se están volviendo más competitivos respecto de los automóviles tradicionales impulsados con gasolina.

Y Lindland y otros expertos dicen que varios factores acercarán a la industria a un mayor uso de motores eléctricos, incluyendo regulaciones ambientales más estrictas y el deseo de poseer automóviles autodirigidos, que necesitarán más energía eléctrica para todas sus necesidades informáticas.

Pero, eliminar el motor de combustible fósil por completo será difícil, si no es que imposible.

La primera razón es la rentabilidad. Puede que la acción de la pequeña Tesla valga más que la de General Motors o Ford, pero la empresa de Silicon Valley aún no ha reportado una ganancia anual. Los fabricantes de automóviles tradicionales están ganando miles de millones de dólares vendiendo millones de automóviles de gasolina cada uno. Nadie ha descubierto todavía una manera de generar un beneficio vendiendo solamente vehículos eléctricos.

Fue apenas recientemente que alguien ofreció un auto eléctrico a un precio competitivo que puede recorrer más de 322 kilómetros con una sola carga. El Chevrolet Bolt salió a la venta a finales del año pasado, y el Model 3 de Tesla pronto comenzará a rodar fuera de la línea de producción. Esas empresas —por lo menos inicialmente— perderán dinero en esos autos.

El costo de fabricar esos autos eléctricos debería bajar a medida que aumenta la producción y de sus componentes clave, como las baterías de iones de litio. Pero los costos no están bajando tan rápido como sucedió con otros tipos de tecnología; digamos, por ejemplo, con los nuevos chips de computadora.

Y la participación de mercado de los vehículos puramente eléctricos estará directamente vinculada con los costos de las baterías, dijo Ron Cogan, editor de Green Car Journal.

“No hemos visto el costo llegar hasta el punto que se necesita para las ventas del mercado masivo”, dijo. “Es realmente difícil de predecir”.

Los autos a gasolina se están volviendo mucho más eficientes, gracias a nuevas tecnologías y nuevos materiales. Nadie prevé que una regulación vaya a sacar de existencia los motores de gasolina.

“No espero que la combustión interna desaparezca pronto”, dijo Cogan. “Se está volviendo cada vez mejor y mejor”.

De hecho, incluso Volvo no está abandonando los motores de combustión por completo. Muchos de los automóviles que la marca sueca planea vender serán híbridos, no autos eléctricos puros. La automotriz sueca, ahora propiedad del fabricante chino de automóviles Geely, todavía no ha ofrecido un auto solamente eléctrico.

Volvo fue uno de los primeros fabricantes de automóviles en destacar las características de seguridad como parte de su comercialización. Pero sigue siendo solamente un jugador de nicho, con ventas globales de poco más de 500.000 vehículos. Incluso si Volvo alcanza su objetivo de vender 800.000 autos al año para 2020, eso será menos del uno por ciento de las ventas de toda la industria.

“Si GM, Toyota o Volkswagen hicieran la misma declaración que Volvo, sería un asunto más grande”, dijo Lindland. “Puede que esas automotrices mayores estén moviéndose en esa dirección, pero no llegarán allí en el corto plazo”.

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