¿Sos un workilometer? La vida en el caos del tránsito

Son personas que diariamente tardan más de tres horas y media para ir desde su casa al trabajo y regresar. Nacieron en la ciudad de México, una de las más castigadas por los embotellamientos de tránsito. Galería de fotos

Redacción Parabrisas

Según un estudio realizado por la consultora Riva Group y la empresa de navegación satelital TomTom México DF encabeza la lista de las ciudades con mayor congestión de tránsito. El informe asegura que los conductores mexicanos pierden alrededor de cuatro años y cuatro meses de vida viajando al trabajo. Riva Group llega a esa conclusión al detectar que los automovilistas pierden 14 horas y media a la semana, 70 horas al mes y 35 días al año por causas de la vialidad. Esta situación marca una tendencia en crecimiento.

El Índice TomTom, que mide la congestión del tránsito a nivel mundial, también ubicó primera en la lista a la capital del país azteca. Según su relevamiento, los mexicanos pasan un 66 por ciento más del tiempo necesario transportándose. La siguen en el podio Bangkok y Yakarta con 61 por ciento y 58 por ciento en promedio, respectivamente.

Además, este fenómeno de altos niveles de congestión de vehículos ha creado una nueva categoría social, aseguran los analistas. Denominados workilometers, son las personas que, diariamente, tardan más de tres horas y media para ir desde su casa al trabajo y regresar.

Este grupo particularmente encasillado no es nuevo. Hay registros de su “existencia” desde, por lo menos, 2011, y lejos de constituir un mero detalle folklórico, representa un verdadero problema. Permanecer tanto tiempo en el auto puede provocar trastornos en la salud tales como, por ejemplo, obesidad, gastritis, colitis nerviosa, dermatitis, insomnio, depresión, trastornos sexuales, hipertensión arterial, migrañas y conductas de ansiedad, todos derivados de la falta de atención que esos conductores dedican a su alimentación, ya sea por la urgencia cotidiana o por el poco tiempo que tienen para sí mismos. Dadas esas condiciones consumen hamburguesas, panchos, galletitas, en fin, productos ricos en grasas saturadas y azúcares que por su naturaleza solo generan calorías y pueden provocar enfermedades como la diabetes.

Por ahora, la tendencia sigue en alza de la mano de los nulos aportes que las autoridades ofrecen para resolver los embotellamientos. Y aunque en Argentina todavía no se hable de este fenómeno, la realidad muestra que la ciudad de Buenos Aires, con su constante caos vehicular producto de marchas, piquetes y las más variadas situaciones de tránsito, es tierra fértil para los workilometers.

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