Es la frase del día en Barcelona. Nos la dijo Eric Boulier, Director Deportivo de McLaren Honda en la F1, cuando lo cruzamos en el paddock y le tomamos la foto que acompaña a este texto: “Un motor, ya, un motor”.
Lo sabíamos, veníamos de ver cómo Fernando Alonso volvía a quedarse de a pie, esta vez no como en Sochi, donde problemas con el DRS no le permitieron siquiera tomar la salida del GP, sino al comienzo de las pruebas libres de este viernes a la mañana.
A dos días del GP de España, quinta fecha de la temporada, nada parece mejorar en el equipo inglés. “Que no pierdan la calma”, decía Hamilton ayer refiriéndose a la escudería que alguna vez lo vio crecer y triunfar. Los silbidos que se alzaron de las tribunas este viernes y el gesto adusto de Bouiler, animan a pensar hasta cuándo durará esa calma. “Un motor, ya, un motor”, debería interpretarse, también, no solo como un premonitorio “y cuántos más este fin de semana”, sino como el pedido desesperado de “otro motor, por favor, ya mismo…”
