La industria automotriz se debate entre continuar este modelo que generó millones de dólares y usuarios, o cambiarlo sustancialmente hacia los eléctricos y de conducción autónoma. Los alternativos tienen limitaciones aún, pero se afianza, y los segundos avanzan firmes. Para que los vehículos sin motor a explosión prosperen necesitan baterías como las que acaban de presentar en Berlín, recargables en cinco minutos.
En la CUBE Tech Fair, la empresa israelí StoreDot dio a conocer un avance que puede generar un cambio definitivo en los combustibles no fósiles: una batería cuya carga se repone en sólo cinco minutos y brinda una autonomía de 480 kilómetros.
Eliminando el grafito, que no soporta la carga rápida, y utilizando capas de nanomateriales, estas nuevas baterías prometen estar en el mercado en tres años y equiparar los vehículos eléctricos con los que utilizan derivados del petróleo, tanto en distancia total como en tiempo de recarga.
Aunque hay muchas pruebas que los rodados con propulsión de ion-litio están cada vez más firme, como Tesla y otras terminales lo acreditan, el principal escollo a sortear es la carga durante los recorridos, algo que se empieza a ver con más frecuencia en todo el mundo. Y si las baterías tardan sólo 5 minutos en recuperar su capacidad, tal vez estemos frente al cambio de paradigma tan planificado.
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