Hoy Sebastian Vettel cumple 30 años. Y pasó parte del día en París, donde la colisión que le provocó en Baku a Lewis Hamilton, enojado porque éste frenó delante de él de un modo que consideró inadecuado mientras estaba en la pista el safety-car, convocó a dirigentes de la FIA, al piloto mismo y al director deportivo de Ferrari, Maurizio Arrivabene. Ya penalizado durante la carrera, y con tres puntos en la Superlicencia de un total de nueve, Vettel corría el riesgo de penalizaciones mayores.
Pero la resolución fue de alguna manera a su favor, porque esta vez el alemán de Ferrari admitió su completa responsabilidad. Y se disculpó ante toda la familia automovilística, claro. Y se comprometió a participar en eventos educativos de la FIA durante un año en carreras, e incluso en seminarios. Pero el presidente de la FIA, Jean Todt, ha dado instrucciones de que no se le endosen a Vettel actividades relacionadas con la seguridad vial hasta fines de este año.
Es lógico: está peleando por el campeonato y nada debe distraerlo, a pesar de sus comprensibles, por otra parte, arrebatos en la pista. Y que no se repita, le ha dicho Todt. Y todos contentos. Feliz cumpleaños, Seb, y nos vemos en Spielberg, Austria, para el GP que se correrá el próximo fin de semana.
