El segmento de las pick ups siempre fue uno de los predilectos del público argentino, ya sea por trabajo o por confort. Es un mercado en constante ebullición en donde todos los participantes pugnan por quedarse con el liderazgo, que nunca es eterno y depende de las épocas. Alguna vez fue de Ford, y hacia allí busca volver el óvalo con una renovación en la gama de la Ranger.
A los varios competidores se suma la reciente llegada de la Volkswagen Amarok V6 y el restyling de la Chevrolet S-10. En medio de esos updates, se presentó la Mercedes Benz Clase X, que compartirá plataforma (y fábrica en Córdoba) con la Renault Alaskan y la Nissan Frontier.
Para agitar más los vientos, en el Salón de Buenos Aires hubo decenas de anuncios y concepts para el futuro. Uno de ellos estaba ligado a un histórico, y llegó esta semana. La Ranger tendrá mejoras en su motor más chico, aumenta su equipamiento y trae algunas novedades.
En un evento que incluyó una prueba de manejo por una tosquera, la terminal americana informó que el motor PUMA 2.2 litros (diésel) pasó de 120 a 150 caballos con un aumento de torque hasta los 375Nm. Esto es gracias a un turbo compresor variable.
Además, las versiones Limited y XLT gasoleras suman el sistema de conectividad multimedia Sync 3, y también incorpora dos nuevos modelos de la pick up: la XLT 4x2 equipado con el motor naftero Duratec 2.5L (166HP y 225Nm), y XLS 4x4 diésel con el motor PUMA 3.2L (200HP y 470NM).
Finalmente, Ford también anunció una noticia importante para aquellos que piensan en un vehículo de trabajo: las versiones XL nafteras, que son la entrada de gama, estarán adaptadas de fábrica para el uso de GNC.
En total, la camioneta tradicional del óvalo llega a 16 modelos, y la garantía es de cinco años o 100.000 kilómetros.