Roni Gunawan, un mecánico de Indonesia, construyó lo que nadie: un increíble automóvil de dos frentes. Sin embargo, su sueño se derrumbó pocas horas después de estrenarlo por las calles de Bandung, en la provincia de Java occidental.
Emprendedor y apasionado por los vehículos desde pequeño, a sus 71 años decidió escribir su propia historia. Convenció a diez personas para que lo ayudaran y así le dio vida a su proyecto. Primero unieron los frentes de dos autos modelos Toyota Limbo y luego se las ingeniaron para combinar la parte mecánica. El resultado fue el esperado: un vehículo con dos motores, dos volantes, dos pedaleras, dos juegos de engranajes y un solo tanque de combustible. Tan lejos fueron que dos personas podían controlar sus ruedas al mismo tiempo.
Todo marchaba bien hasta que lo sacaron a pasear por la zona. La policía rápidamente los detuvo y les confiscó esta innovadora creación con el argumento de que no cumple con las reglas de tránsito de Indonesia porque, claro, no tiene ni luces traseras ni las dimensiones reglamentarias. Por si fuera poco, además, porta dos patentes distintas. Para recuperarlo, Roni Gunawan debió prometer que jamás lo volvería a utilizar.
