Vladimir Putin inició su cuarto mandato en Rusia con el estreno de una limusiona ciento por ciento rusa. Se llama Aurus Senado y, por primera vez desde su debut el pasado 7 de mayo, fue llevado al exterior para movilizar al líder ruso.
Su primera aparición internacional, entonces, sucedió en Helsinki, donde el directivo mantuvo un encuentro formal con su par de Estados Unidos, Donald Trump. El norteamericano no fue menos y arribó al lugar en su ya conocida "Bestia", vehículo blindado a prueba de misiles.
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El evento sirvió para ver y conocer en detalle el flamante producto ruso, que llegó para reemplazar los Mercedes-Benz usados hasta entonces. Tiene 6,62 metros de largo y 1,69 de altura.
Inspirado en la icónica ZIS-110 soviética, está impulsado por un motor V8 que fue diseñado por el Instituto Ruso de Estudios sobre el Automóvil NAMI en colaboración con ingenieros de la automotriz alemana Porsche.
Posee 598 caballos de potencia y alcanza una velocidad de 210 kilómetros por hora. Pesa 6,5 toneladas debido a su cápsula acorazada y su blindaje, pensado para soportar balas de alto calibre y hasta explosiones.
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Las ruedas también cuentan con un sistema antibalas que permite continuar circulando incluso si las ametrallan, en tanto que dispone de un mecanismo filtrado de aire para evitar ataques químicos.
Es parte del proyecto Kortezh, creado en 2012 para producir vehículos con funciones especiales. Ya se encuentra disponible tanto el auto sedán como una miniván, a la espera de que se produzca una SUV y una motocicleta que serán bautizadas con nombres de las torres del Kremlin.
La fabricación de la flota de vehículos presidenciales tuvo un costo aproximado de 192 millones de dólares, mientras que, según se informó, este año se ensamblarán 70 autos para el Servicio Federal de Seguridad.
Fuente: BBC
