Hyundai se prepara para dar un paso decisivo en uno de los segmentos más duros y competitivos del mundo: el de las pick-ups medianas. Y lo hará con una propuesta que, según prometen sus directivos, tendrá el objetivo de sorprender por su nivel de tecnología e innovación. Aunque el proyecto se desarrolla inicialmente para Australia, su impacto podría sentirse mucho más allá de ese mercado.
Una promesa que marca el rumbo
Como bien indicó Drive, Don Romano, CEO de Hyundai Australia, fue categórico: no abandonará su puesto hasta que la marca tenga su propia pick-up de doble cabina. Con esa frase, la compañía dejó claro que el proyecto no es un experimento ni una intención vaga, sino un compromiso firme con un producto que deberá cumplir estándares muy altos.
La estrategia: diferenciarse desde la tecnología
La apuesta de Hyundai no pasa por replicar lo que ya existe. Por el contrario, su futura pick-up se construirá con un enfoque técnico propio y con un nivel de electrificación que busca romper con el molde tradicional del segmento. Entre las opciones bajo evaluación aparece un sistema híbrido de rango extendido, una solución que combina motor térmico con propulsión eléctrica para lograr eficiencia, autonomía y mejores prestaciones en uso mixto.
Al mismo tiempo, la marca dejó claro que no recurrirá a la vía rápida de “tomar prestado” un chasis o asociarse con un fabricante ya instalado en el mercado. La pick-up será un desarrollo propio, pensado desde cero para exigencias de carga, remolque y durabilidad.

Un camino que apunta al 2028
Aunque Hyundai mantiene bajo reserva las especificaciones finales, sí existe una ventana estimada para su presentación. Los planes apuntan a una revelación hacia 2027, con llegada a los concesionarios en 2028, una fecha que coincide con el objetivo de lanzar una pick-up completamente distinta a lo conocido. La compañía entiende que ingresar tarde al segmento obliga a dar un golpe de efecto, y la electrificación podría convertirse en ese diferencial.
Ecos posibles en América Latina
Aunque el modelo se está desarrollando para Australia, su eventual llegada a mercados como el latinoamericano no es imposible. Una plataforma nueva, electrificada y orientada a durabilidad podría interesar a países donde las pick-ups medianas son protagonistas. Sin embargo, la dependencia de infraestructura de carga, los costos y la necesidad de adaptar el producto a distintos usos podrían retrasar cualquier desembarco en la región.
Más allá de que llegue o no, este movimiento de Hyundai anticipa algo: las pick-ups electrificadas, híbridas o con sistemas de rango extendido se convertirán en una nueva frontera tecnológica también para Latinoamérica.