El espíritu veraniego del Salón de Los Angeles

En el "LA Autoshow", que se extenderá hasta el 29 de noviembre, sobresalen los modelos descapotables. Un repaso por las principales presentaciones. Galería de fotos

Redacción Parabrisas

En la radio del taxi resuenan The Mamas & the Papas, en la playa de Santa Monica surfean los "beachboys" y en los cafés de Malibu no hay ni un sitio libre: mientras gran parte de los Estados Unidos y Europa se prepara para el duro invierno, el Salón del Automóvil de Los Angeles muestra un espíritu veraniego.

Hasta el 29 de noviembre, los modelos abiertos acaparan los focos. La gran estrella es un pequeño roadster de Italia que nos acerca a la Dolce Vita. Casi exactamente 50 años después del primer 124 Spider, Fiat recupera ahora el biplaza abierto. El vehículo con una maravillosa cubierta suave, rústica y sin motor eléctrico proviene de la cooperación con Mazda y se basa en el MX-5. Está propulsado por motor turbo de 1.4 litros y 140 caballos.

Con una misma mirada clara hacia el pasado presenta Volkswagen el nuevo Beetle Dune. Se trata de un modelo especial con un centímetro más de distancia al suelo, varios componentes que le dan robustez y colores llamativos. Con ello se pretende recuperar la sensación de verano sin fin de autos de California como el Beach-Buggy. No sorprende, por lo tanto, que el Beetle Dune también esté en versión cabrio.

El tercer veterano que brilla al sol es el Mercedes SL, cuyas raíces estadounidenses se asentaron desde los tiempos de Clark Gable. Muestra una cara nueva y un motor de base más potente, ahora con 367 caballos. Cuenta con todo el lujo de la Clase S, una cubierta que se activa incluso durante el trayecto y tres motores nafteros V12 de hasta 630 caballos de AMG, por lo que el modelo debería consolidar su papel de cruiser de lujo, así como su posición como deportivo abierto.

También la novedad estadounidense más importante deja entrar el sol: poco después del estreno del coupé, Chevrolet muestra por primera vez como cabrio el legendario Camaro en Los Angeles.

Vehículos convencionales, deportivos y modelos de lujo como el nuevo Honda Civic Coupé, el Audi S8+ de 605 caballos o el Porsche Cayman GT4 Clubsport pasan a un segundo plano en Los Angeles. La segunda categoría de mayor éxito en el salón californiano es la de las camionetas. Los SUV representan, tras las pick-ups, la mayor parte de las nuevas matriculaciones de los Estados Unidos.

En ese segmento se encuentran desde modelos compactos compatibles con las normativas europeas hasta enormes vehículos de cinco metros, como el Infiniti QX30, basado en el Mercedes GLA, el renovado Ford Escape o el Kia Sportage. El Cadillac XT5, algo mayor, también está aquí tras su estreno en Dubai. Y Mazda corona su flota SUV con el CX-9, que gracias a una construcción ligera y uno nuevo motor turbo con 250 caballos es un 20% más eficiente.

Lo más grande, sin embargo, lo aporta Daimler. Mercedes muestra en Los Angeles la versión renovada del GL, el GLS. La gran camioneta no sólo se parece fonéticamente a la Clase S, sino que refuerza su condición de buque insignia lujoso de la familia de SUVs de la marca alemana con un ambiente más elegante y más sistemas de asistencia.

Pero la novedad más curiosa del LA Autoshow está en el stand de Land Rover. Los británicos muestran por primera vez el Evoque con cubierta de tela y unen así las dos grandes tendencias del salón. Por ello, no es de extrañar que la marca espere lograr con el primer SUV cabrio moderno un éxito de ventas en California. "Los Estados Unidos siguen siendo el primer mercado para este modelo y esperamos que la mayor cantidad de compradores esté en California", dice un portavoz de la marca sobre un estado que saca al menos algún provecho a su escasa lluvia.

FUENTE: Por Thomas Geiger (dpa)

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