Chevrolet Captiva LTZ 2.2D AWD AT: Imagen positiva

Con una nueva apariencia en su exterior, el logrado producto GM de origen coreano mantiene un alto nivel de confort y calidad, incorpora motores más potentes y nuevas versiones, aunque se desprende de algunos elementos de seguridad. Galería de fotos

Redacción Parabrisas

Allá por fines de 2007 llegaba como novedad para nuestro mercado el SUV Captiva, destacándose por la buena calidad general y potentes motorizaciones. Ahora la marca del moño redobla la apuesta aumentando, en el caso de la versión Diesel, desde los 150 CV a los actuales 184 y reincorporando, además, el naftero 2.4 que se comercializó hasta el año pasado con 136 CV, llevándolo a 167. También se añade una variante 4x2. Así, a las versiones a las versiones LT y LTZ se suma la LS como opción de entrada de gama.

Diseño *** y ½

Las modificaciones en la parrilla, en los faros delanteros, más la incorporación de llantas de 18 pulgadas, no sólo lo acerca más al actual “family feeling” de la marca, sino que le confiere un carácter más deportivo que se refuerza con la doble salida de escape, sacrificando notablemente algunas virtudes off-road –que no eran el fuerte del modelo– debido a la adopción de un nuevo “spoiler” delantero que le quita varios grados en el ángulo de ataque.

En el habitáculo los mayores cambios se aprecian en las texturas de los tapizados y en el acabado general, un aspecto destacable, con una insonorización que sorprende hasta a los que habitualmente manejamos autos premium de alta gama. El esmero en este sentido está reflejado, por ejemplo, en el doble burlete que rodea el marco de las puertas.

Lea el resto de esta nota en la edición de noviembre de 2011 de Revista Parabrisas

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