Manejamos en Brasil el nuevo Citroën Basalt (CEDOC)
Manejamos en Brasil el nuevo Citroën Basalt Foto: CEDOC
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Manejamos en Brasil el nuevo Citroën Basalt Foto: CEDOC
Manejamos en Brasil el nuevo Citroën Basalt Foto: CEDOC
Manejamos en Brasil el nuevo Citroën Basalt Foto: CEDOC
Manejamos en Brasil el nuevo Citroën Basalt Foto: CEDOC
Manejamos en Brasil el nuevo Citroën Basalt Foto: CEDOC
Manejamos en Brasil el nuevo Citroën Basalt Foto: CEDOC
Manejamos en Brasil el nuevo Citroën Basalt Foto: CEDOC
Manejamos en Brasil el nuevo Citroën Basalt Foto: CEDOC
Manejamos en Brasil el nuevo Citroën Basalt Foto: CEDOC
Manejamos en Brasil el nuevo Citroën Basalt Foto: CEDOC
Manejamos en Brasil el nuevo Citroën Basalt Foto: CEDOC
Manejamos en Brasil el nuevo Citroën Basalt Foto: CEDOC
Manejamos en Brasil el nuevo Citroën Basalt Foto: CEDOC
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Contacto en Brasil

Citroën Basalt: un SUV con aspiraciones de cupé

Viajamos a San Pablo para conocer y manejar, a modo de Avant Première para la Argentina, el disruptivo tercer producto de la línea C-Cube de la marca del doble chevrón. Conocé los detalles.

lunes 07 de octubre de 2024

Pariente muy cercano del C3 y el C3 Aircross, el Basalt es un SUV del segmento de los compactos que, a pesar de tener cuatro puertas, presenta una silueta con líneas cupé.
Y aunque todavía no están definidos ni el precio ni el posicionamiento, se sabe que serán cuatro las variantes que se develarán al público argentino a principios de 2025.

Proveniente de la planta brasileña de Porto Real, cercana a Río de Janeiro, el Basalt contará con dos motorizaciones conocidas. En el caso de la alternativa de entrada, la propuesta recae en la versión Live Pack 1.6 Vti de 115 CV con caja manual, que entre sus principales características cuenta con cuatro airbags, pantalla de diez pulgadas, volante multifunción, dirección eléctrica y asistente de arranque en pendiente. Le sigue la Feel, que con la misma motorización y caja, agrega luces diurnas led, cámara de retroceso, llantas de aleación, panel de instrumentos a color y 2 USB para las plazas traseras. Un escalón por encima aparece el Shine 1.0 turbo T200 de 120 CV y 20,4 kgm de torque a partir de las 1.750 vueltas, acompañado de una caja automática CVT. Esta alternativa suma detalles de diseño exterior, llantas de aleación diamantadas de 16 pulgadas, climatizador automático, asientos de cuero, limitador y control de velocidad y sensores de estacionamiento traseros, entre otros.
Por último, también habrá una edición limitada, denominada First Edition, que con el mismo motor T200 y caja CVT, agrega un color exclusivo blanco nacarado, llantas en tono negro y una serie de personalización.

Sensaciones varias

El recorrido establecido fue de poco más de dos horas e incluyó un primer tramo de ciudad, un largo trayecto por una prolija autopista y, finalmente, los últimos kilómetros por un sinuoso y ondulado camino de ripio.
Si bien ya teníamos imágenes previas de cómo se vería el vehículo, la primera impresión que nos causó al verlo personalmente fue un poco ambigua. Por un lado, nos pareció muy bien lograda la silueta, con el aspecto bien aerodinámico que le infiere la caída del techo hacia la cola, al estilo fastback, y nos pareció bastante oportuna la incorporación de algunos apliques distintivos y el remate posterior, con un atractivo dibujo de los faros y unos trabajados deflectores debajo de los robustos paragolpes. Dicha “musculatura” también se advierte en otros sectores del vehículo, siendo, sin duda, el modelo de mayor aspecto deportivo de la familia C-Cube.
El frente también se advierte atractivo, aunque muchos recursos utilizados en esta alternativa no difieren demasiado del actual C3, que vendría a ser el más accesible y “low cost” de la terna.
Por dentro, el Basalt también recibe mucho de sus hermanos, ya que el frontal es prácticamente idéntico, especialmente al del C3 Aircross. De esta manera, llaman la atención la enorme pantalla flotante y las sobredimensionadas salidas de aire laterales.

La posición de manejo es cómoda, gracias al asiento que se regula manualmente en altura, al igual que el volante. En el caso de la unidad probada, el diseño del tapizado tenía un dibujo muy elaborado. Del otro lado, si bien la butaca del pasajero es fija en altura, nos pareció que está bien nivelada. Entre medio de ambos ocupantes se encuentra un apoyabrazos, que por su angostura sólo podrá ser utilizado por uno de los dos pasajeros. Y a pesar de que estábamos a bordo de la variante tope de gama, nos llamó la atención que adelante no cuente con manijas de sujeción en el techo.
Mención aparte merece el sector trasero, con un excelente espacio para las piernas y, pese a lo que se podría suponer por la marcada caída del techo, una persona de hasta 1,85 puede viajar sin necesidad de encorvarse. Los que ocupen dicho sector tendrán que acostumbrarse a la infrecuente ubicación de las teclas levantavidrios (todas con one-touch), que en este caso están muy abajo, entre los asientos delanteros.
El habitáculo cuenta con una serie de prácticos portaobjetos, acompañados por salidas USB adelante y atrás. Afortunadamente, también dispone de una toma de 12 voltios, elemento que Stellantis se viene “olvidando” de incorporar en diferentes modelos, léase Peugeot 2008, RAM Rampage, Fiat Pulse, entre otros.

El baúl es otro de los puntos a resaltar del modelo, ya que, además de ofrecer una excelente accesibilidad, sus 490 litros son muy propicios para cargar bolsos y valijas de todo tipo y tamaño.
Como es de esperarse en un modelo del segmento de los compactos, en el interior hay una gran abundancia de plásticos duros; así y todo, el ensamble de los mismos se nota bien cuidado, incluso si lo comparamos con los otros dos modelos de la saga.

Al volante

Ya con el auto en movimiento, otro aspecto positivo que notamos fue la buena aislación acústica que brinda el habitáculo: en cuanto a la sonoridad, nos llamó la atención que el motor, a pesar de ser un tricilíndrico, también presenta niveles de rumorosidad bastante bajos.
Este impulsor cadenero de 120 CV resultó muy ágil en la travesía urbana, mientras que en las autopistas se comportó de manera muy adecuada, respondiendo de buena manera a las órdenes del acelerador, siempre y cuando no se lo sobreexijamos y nos olvidemos de que a pesar de su aspecto de cupé deportivo no deja de ser un auto familiar, aunque dispongamos de la tecla del modo Sport.
La caja automática del tipo CVT pasó inadvertida en casi todas las situaciones de conducción y eso termina siendo un elogio, ya que no mostró excesivos retardos ni cambios repentinos de revoluciones, como suelen exponer este tipo de transmisiones.
El trayecto más hostil fue sobre el ripio, donde había marcadas subidas. Allí el motor del Basalt se comportó de manera bastante particular, debido al accionar del celoso control de tracción. Entonces recurrimos a su desconexión para que en ese momento no nos cuidara y gracias a ello no tuvimos mayores inconvenientes.

Agradable

Mención aparte merecen las suspensiones, que dieron cuenta de un apreciable confort de marcha y una apropiada firmeza a altas velocidades que, aunque estuvimos lejos de alcanzarlas y de probarlo a fondo, el fabricante señala que alcanza los 194 km/h y que acelera de 0 a 100 km/h en unos 9 segundos. Tampoco medimos el consumo, pero por las características del motor y la experiencia que tuvimos con otros T200, sabemos que es muy bajo, sobre todo en ciudad. Sólo a modo de referencia, con menor coeficiente aerodinámico, con el mismo impulsor en nuestras pruebas el C3 Aircross estableció un promedio de 14,9 km/l. Dicho valor se compone de los 11,3 km/l urbanos, los 19,2 km/l a 90 km/h y los 14,2 km/l logrados a 120 km/h.
Otro de los puntos fuertes de este modelo es la dirección que, más que nada en ciudad, nos resultó muy liviana y precisa para maniobras, como por ejemplo de estacionamiento.
Otro aspecto que nos resultó muy favorable, sobre todo al andar por caminos montañosos, fueron las generosas cotas como, por ejemplo, los 21 centímetros de despeje del suelo y los 21 grados de ángulo de ataque.

Muy correcto

En cuanto a equipamiento, la variante que manejamos en Brasil ofrecía como destacado asientos tapizados en símil cuero, la ya nombrada pantalla con conexión inalámbrica de celulares –Android Auto y Apple CarPlay–, volante multifunción, control de velocidad crucero y computadora de a bordo. Pero lo que más apreciamos bajo los casi 40 grados de temperatura en esa zona paulista fue el muy eficiente climatizador (de una zona), que actuaba de manera casi inmediata cada vez que poníamos en marcha el vehículo. Dicho sea de paso, por tratarse de una versión full, nos hubiese gustado que el encendido fuera con botón y no insertando la llave en el tambor, como a la “vieja” usanza.


A pesar de ser moderno y brindar mucha información, el tablero de instrumentos digital (que es igual que el resto de los C-Cube), no nos terminó de convencer, especialmente por las imprecisiones del indicador de nivel de combustible y del cuentavueltas.
Los neumáticos de la unidad probada eran 205/60 R16, una medida lógica para un vehículo de su tipo, y la rueda de auxilio, “infelizmente”, como suelen decir los brasileños, es de uso temporal.
Por el lado de la seguridad, además de todos los elementos obligatorios, como el ABS y el ESP, los Isofix, etc., el Basalt que manejamos ofrecía cuatro airbags, asistente de arranque en pendiente, luces de circulación diurna led y faros para la niebla. Estas últimas son halógenas, al igual que las altas y bajas.
Por otra parte, los frenos traseros a tambor no fueron impedimento para que tuviéramos una sensación de mucha seguridad a la hora de simular una detención de urgencia, aún en el poco adherente ripio.

Paciencia

En gran parte, este llamativo modelo cumple con la premisa del significado del nombre Basalt, que representa un mineral de propiedades únicas, generado por el magma volcánico.
Como mencionamos al principio, todavía queda por saber el precio de cada versión, pero a modo de especulación, por encima o por debajo, estaría en torno al del C3 Aircross, cuya variante tope de gama hoy cuesta unos 31 millones de pesos. Será cuestión de esperar y ver cómo recibe el público argentino un modelo con un diseño que, seguramente, con opiniones a favor y en contra, no pasará inadvertido.

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