Restauración de autos antiguos: los sí y los no

Expertos discuten acerca de qué señales del paso del tiempo son muestras de encanto y elevan el valor de un vehículo añoso. Galería de fotos

Redacción Parabrisas

Por Renate Freiling (dpa)

Arañazos, bollos, pintura desteñida o sencillamente óxido: el mundo de los autos antiguos discute de forma intensa en los últimos tiempos qué es la "originalidad" que eleva el valor del vehículo y qué señales del uso y del paso del tiempo son muestras de carácter y encanto.Antes de emprender la restauración de un clásico, el dueño debe decidir si mantiene esas huellas del uso o si lo desea en su estado original.

"Hay muchos matices entre la restauración completa y mantener las huellas del paso del tiempo y del uso", dice la restauradora Gundula Tutt, que siempre se enfrenta al dilema de qué es la autenticidad. No siempre se puede aplicar que lo antiguo forma una pátina de valor. Cada caso es particular, afirma Tutt, directora general de la firma Omnia, especializada en la restauración de autos clásicos.

"La pátina es lo que surge del uso normal y del envejecimiento normal. A ese ámbito pertenece, por ejemplo, que el cuero se agriete con el tiempo", explica la experta. No entraría ahí un golpe en el guardabarros ni una mancha de óxido en la chapa tras un daño. Todo lo que sea material original es pátina. La suciedad, por ejemplo, no.

En muchos casos no es necesaria una restauración completa. "Si el vehículo tiene un daño menor, no hay que pintar de nuevo todo el coche", asegura Tutt, al tiempo que agrega: "Lo importante solo es que se usen materiales convenientes para la pintura original. Lo ideal es que las marcas que muestran la vida del vehículo permanezcan".

Pero ese encanto hace que a veces sea más apariencia que historia de verdad. Cada vez con más frecuencia especialistas en ferias de autos clásicos crean una pátina artificial para que el vehículo tenga señales de que ha vivido. Tutt sabe cómo reconocer una falsificación que va en contra de la Carta de Turín. Las directrices aprobadas a final de 2012 sirven de orientación para el mantenimiento del patrimonio cultural automovilístico original. La falsificación suele tener por objeto elevar el precio.

Un modelo sin restaurar de Mercedes-Benz con las puertas que se abren hacia arriba muestra lo que unas huellas de uso pueden hacer para que se eleve el valor. En una subasta alcanzó un precio de medio millón de dólares, más que un ejemplar restaurado del mismo modelo.

Esa nueva valoración que se da las huellas más respetables exige, sin embargo, mayor atención. "Quien quiera comprar un auto clásico con pátina debe mirar con mucho cuidado", aconseja Mario De Rosa, presidente de una asociación en defensa del patrimonio cultural del parque automovilístico. "La suciedad, los daños, los materiales y los adhesivos antiguos deben ser mirados con detenimiento", añade.

El experto, sin embargo, valora la tendencia de querer mantener esa pátina. "Mientras sea verdadera, no hay nada que objetar, más bien al contrario: es una muestra de respeto ante el patrimonio cultural automovilístico", afirma De Rosa.

No obstante, señala que los modelos en estado perfecto siguen siendo muy apreciados. "El auto sigue siendo, sobre todo, un símbolo de estatus", afirma.

A la hora de las inspecciones técnicas obligatorias, esa pátina es también un asunto. "Cada vez vienen más vehículos mal o nada restaurados, ya que piensan que un vehículo en mal estado también muestra su carácter y encanto", avisa Matthias Gerst, especialista en autos clásicos del servicio de inspección técnica alemana TÜV.

Una pintura de 30 años puede mantenerse original y cuidada, pero siempre estará algo desteñida o áspera. En esos casos no se recomienda una nueva mano de pintura, sino un tratamiento de la sustancia original.

Al final, lo que contará es el funcionamiento sin problemas de la técnica, el saneamiento adecuado de las piezas desgastadas y la impresión de que el vehículo está cuidado.

FUENTE: dpa

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