El clásico de Peugeot que cumple 90 años
Fue uno de los pioneros de la larga saga de coupés-cabriolets de la marca, además de ser el germen del n4x Andreau, un estudio aerodinámico al que se considera el primer concept-car de Peugeot.
En una época dominada por la uniformidad en el diseño automovilístico, Peugeot se atrevió a marcar la diferencia con el lanzamiento del 402 en 1935.
Inspirado en los autos estadounidenses de aquel tiempo, este modelo incorporaba detalles característicos como líneas fluidas, una silueta redondeada, un parabrisas dividido en dos secciones, una carrocería de gran tamaño y seis ventanillas, además de introducir múltiples innovaciones que sirvieron de base para futuros desarrollos y experimentaciones.
Debutando en el Salón del Automóvil de París en 1935, el Peugeot 402 llegó con la tarea de reemplazar a dos modelos emblemáticos de la marca: los Peugeot 401 y 601.
Siguiendo la filosofía de la marca, optó por soluciones sencillas y accesibles, apostando por líneas armoniosas y depuradas que definirían la identidad estética de Peugeot hasta el estallido de la Segunda Guerra Mundial.
En sus laterales, eliminó los tradicionales estribos, habituales en los vehículos de los años 30, mientras que en la parte frontal y trasera integró por primera vez en la historia del automóvil los faros delanteros y las luces traseras en la carrocería, aportando un toque de originalidad.
El diseño del Peugeot 402 estaba fuertemente influenciado por las tendencias artísticas del momento. Por un lado, el estilo “Streamline Moderne”, también denominado “diseño aerodinámico”, aportaba no sólo una apariencia sofisticada, sino también una sensación de velocidad y dinamismo, siendo un símbolo de modernidad en aquella época.
Al mismo tiempo, la estética “Art Déco” se reflejaba en sus líneas alargadas y horizontales, la disposición de curvas sucesivas, las ventanillas reducidas y la presencia de detalles inspirados en la náutica.
Todas las variantes del Peugeot 402 contaban con un avanzado motor de cuatro cilindros y 1.991 centímetros cúbicos, capaz de desarrollar 55 CV de potencia y alcanzar una velocidad de 120 km/h.
No obstante, el prototipo 402 Andreau, también denominado N4X, llevó la aerodinámica a otro nivel, mejorando la eficiencia del motor hasta permitirle llegar a los 140 km/h y reduciendo el consumo de combustible en un 30 por ciento.