Trucos en la venta de autos clásicos

Las ganancias son tan altas en la comercialización de vehículos antiguos o de series limitadas que muchos vendedores se lanzan a las copias. Cómo identificarlas.

Redacción Parabrisas

Por Renate Freiling (dpa)

El Opel Kadett C GT/E es un clásico. Como auto de coleccionista sigue siendo tan venerado como en sus mejores tiempos, hace casi 40 años. La gran demanda de vehículos de series limitadas o especiales, así como el margen de beneficio, lleva a los vendedores a restaurar el modelo estándar, porque el original de entonces ya no existe. Por ello, antes de la compra de un coche de época o un "youngtimer", los interesados deben tener en cuenta ciertos criterios para evitar el engaño.

"Por norma general, con mayor o menor esfuerzo, se puede reconstruir casi todas las piezas de un vehículo histórico", dice Frank Reichert, que dirige el departamento de clásicos de ADAC, el club del automóvil en Alemania. "Como ocurre en el arte, autos antiguos raros y valiosos despiertan una gran codicia, y eso suele llevar a la falsificación", avisa el experto.

Papeles, historia, piezas de repuesto y varias reformas. Posibilidades de engaño hay muchas. Un estado original manipulado o una reforma extensa de un modelo muy especial sólo pueden ser descubiertos por un experto.

Por ello conviene preguntar a algún club de la marca en cuestión, donde a menudo se ofrece ayuda. También deben ponerse a disposición del potencial comprador las facturas de reparaciones antiguas y de restauraciones. Si no se hace, hay que reclamarlas.

"Falsificaciones hay en coches de carrera, de rally o de modelos de época", dice Norbert Schroeder, experto en coches antiguos del servicio de inspección técnica TÜV. "Se compra un Kadett C por 8.000 euros, se invierten otros 15.000 en piezas y se le rodea de un historial de rally. De este modo, el coche puede venderse por 30.000 sin que realmente los valga", advierte.

Especialmente creativos son los falsificadores con los historiales, por ejemplo sobre el famoso que lo condujo o sobre el destino de su anterior dueño. En tanto el auto de época esté recién renovado y con nuevos papeles que lo prueben, el engaño será difícil de descubrir. "También se enseñan documentos y fotos de rallies que muestran el coche. La pintura es la misma que la de la foto, los asientos deportivos se han sumado a posteriori, así como los otros instrumentos típicos", agrega el especialista.

"Los expertos nos hemos vuelto tan susceptibles que primero identificamos todo", describe Schröder su trabajo. Entre esas corroboraciones está comprobar el número de bastidor. El conocimiento del producto en cada modelo por parte de los expertos es tan detallado que se puede descubrir el engaño al ver simplemente una suspensión agrandada.

A veces, lo que indica la falsificación es un retrovisor, unas llantas o un guardabarros que marcan la diferencia entre un modelo de serie normal y el de la edición especial. No obstante, la detección de engaños se ha hecho más complicada debido a que los fabricantes suministran números de bastidores, y muchos otros números incluso pueden encontrarse por internet, lo que da la posibilidad de hacer una duplicación.

El club de Mercedes-Benz MBIG, uno de los más grandes de la firma, también se ha encontrado con falsificaciones, pero Günter Lehmann, uno de los expertos en restauración del MBIG, ha sido capaz de reconocer ejemplares "truchos" hasta por el tipo de refrigerador.

En vehículos de época previos a la Segunda Guerra Mundial, o por ejemplo en el Porsche 356, se han identificado falsificaciones estratégicas.

Un comerciante ofrecerá una garantía, pero no un vendedor privado, a los que es difícil seguir la pista si han cometido un fraude. Además, muchos autos de este tipo llegan desde el extranjero, lo que hace más difícil cualquier reclamo posterior.

Los casos más graves se dan en los coches de época de mayor valor, por lo que hay que elevar las precauciones, así como para un "youngtimer" en el segmento de mayor precio.

FUENTE: dpa