“Lo único que hacen los gobiernos es ponerle impuestos al auto”

El presidente de la Cámara del Comercio Automotor, Alberto Príncipe, brinda un panorama sobre el momento que está atravesando el sector.

Redacción Parabrisas

- Háganos un rápido balance del 2012 y lo que esperan.

- Terminamos el año con un volumen similar o parecido al 2011. No nos olvidemos que venimos de cinco años consecutivos de crecimiento ininterrumpido y que 2011 fue récord de comercialización de vehículos usados con más de 1.800.000 unidades. Las expectativas para 2013 son muy positivas. Pese a las pequeñas modificaciones de precios que fueron sufriendo los autos nuevos, que se trasladaron también a los usados, la gente vio y ve este mercado como una excelente opción de inversión. Consideran que los autos están en buen precio y apuestan al sector. La mayor venta de vehículos 0 km está llevando a que en los próximos años comience a achicarse la antigüedad del parque automotor en nuestro país. En la actualidad es de 15 años. Estimamos que en una primera etapa, la baja de la antigüedad deberá llegar a 8 o 10 años. Y con el tiempo, a dos años de antigüedad de los parques en los grandes países productores.

- ¿Cuáles son los principales desafíos inmediatos?

- Entre los desafíos que deberemos afrontar en 2013 figuran la rentabilidad y la financiación. Rentabilidad, porque ya no es la misma que al comienzo de 2012 y comienza a preocupar, y financiación, porque no se puede acceder a créditos baratos. Decimos esto porque desde hace años hay mucha gente que quiere comprar o cambiar su vehículo y no llega con sus ahorros, porque las tasas que ofrecen los bancos son prohibitivas. Dos temas que debemos seguir muy de cerca.

- ¿Qué papel desempeña la Verificación Técnica Vehicular en cuanto a achicar la antigüedad de los automotores?

- Es fundamental, no sólo en función de nuestro negocio, que siempre mejora si se aplican las normas. Con la VTV se parte de la base más natural de las cosas. Yo no vendo autos solamente; yo tengo una familia que va por la calle, que se maneja en medios de transporte, en Buenos Aires y otras ciudades. Para mí tener un parque automotor controlado en cuanto a seguridad vial y a contaminación es importante. Como consecuencia también se beneficia el negocio, porque va a haber un importante parque para reemplazar. Acá no se trata de sacar a todos los autos viejos de circulación sino de que les hagan el trabajo que les tengan que hacer para poder seguir circulando en condiciones de seguridad y emisiones.

- Si bien es una ley nacional, hay provincias que no la aplican; lo mismo pasa con la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, donde sólo se la exigen a los medios de transporte y considerando la cantidad de vehículos que ingresan y egresan tendría que ser el primer estado en hacerlo. En el 2012 hubo varios proyectos para aplicar más impuestos a las transferencias, combustibles y peajes. ¿Qué opina al respecto?

- Nos preocupa este tema, porque los gobiernos lo único que hacen es ponerle impuestos al auto porque es un bien registrable, de fácil identificación. Los gobiernos deben tener más creatividad o mejor administración. No se puede sacar del auto nada más, porque tenemos un 13 o 14 % de margen y con todos los impuestos que hay, nacionales, provinciales y municipales, se hace insoportable sostener el negocio. Entonces nosotros vamos a desacelerar la creación de empleos y nos veremos en la necesidad de despedir. El sector no da más en este sentido.

- ¿Cómo afecta al sector la restricción para la compra de dólares?

- Este es el momento más oportuno para comprar autos, porque aquel que ahorró en dólares (con el surgimiento del paralelo o “blue”) se encuentra con un beneficio de alrededor de un 30 % de lo que iba a costarle un vehículo hace tres meses. Entonces, la decisión de compra es ahora, porque nadie sabe cuánto tiempo va a durar esto y cuánto tiempo se va a mantener la brecha. Se puede achicar o desaparecer y entonces los valores volverán al nivel anterior. Esto no es solamente para autos importados; en el caso de los autos nacionales pasa lo mismo.

- ¿Ustedes plantearon un plan que se malinterpretó como un “Plan Canje”?

- Como ustedes dicen, el plan que propusimos fue una mala interpretación de lo que conocimos como “Plan Canje”. En realidad se trataba de un plan que se llamaba “Repara” y estaba dirigido a los autos que no calificaban en la VTV, pero el gobierno, por varias razones, interpretó que no era el momento y lo entendimos. No sabíamos que se iba a crear tanta expectativa; nos llamaron de todos lados para saber cómo proceder con los autos usados. Se armó un gran revuelo.