Corazones rivales: los motores compartidos entre marcas son más comunes de lo que crees

Por el hecho de reducir costos, o simplemente por su nobleza, algunos motores pasaron a equipar autos de marcas rivales. Aquí diez ejemplos. Galería de fotos

Redacción Parabrisas

GM Powertrain 1.8

Uno de los más criticados, aunque noble y económico de producir. Estaba hecho sobre la base del motor 1.8 de origen Opel utilizado desde los ochenta. Dos décadas más tarde, tras una alianza con Fiat, pasó a formar parte de numerosos modelos de la marca italiana, como Palio, Siena, Idea o Strada. Con 8 válvulas, producía alrededor de 100 caballos. Fiat dejó de utilizarlo en 2011, pero sigue vigente, con algunas mejoras, en algunos modelos de Chevrolet.

PRV V6

El nombre de este impulsor tiene estampado la primera letra de cada una de las marcas que colaboró para producirlo. Peugeot, Renault y Volvo lo crearon a principios de los setenta y fue empleado en muchísimos modelos de estas marcas hasta mediados de los noventa. Aquí se lo conoció en los Peugeot 604, 605 y diferentes productos de Volvo. Hubo varias versiones, de 2.6 a 2.8 litros, y desde 130 a 170 caballos. También lo utilizó el DeLorean DMC 12, el auto de la zaga Volver al Futuro.

Nissan SCE 1.6

La alianza de Renault con Nissan está logrando que poco a poco los modelos del rombo incorporen motores desarrollados por la firma japonesa. Si bien este acuerdo se inició aquí con la llegada del Renault Fluence, que equipa el 2.0 de 143 CV también Nissan, ahora le toca el turno a diversos modelos de gama más chica, que reemplazan el 1.6 de Renault, por el SCE 1.6 de origen Nissan. A comienzos del año próximo llegará, por ejemplo, al Captur.

Renault 1.6

El clásico motor varillero que impulsó a infinidad de modelos de la marca del rombo desde los sesenta también formó parte de otras marcas. Cuando Autolatina, la fusión de Ford con Volkswagen, inició sus operaciones a fines de los ochenta en Argentina, no hizo más que tomar prestado este motor, algo que ya se hacía en Brasil debido a que Ford se había quedado con los derechos de la marca francesa. Así, el ya por aquel entonces antiguo impulsor, equipó a los Ford Escort y Volkswagen Gol y Gacel producidos en Argentina hasta 1992.

Volvo 2.0

Desarrollado por Volvo a comienzos de los noventa fue compartido con Renault, quien supo equiparlos en la primera generación del Laguna, modelo en el que fue conocido en Argentina. Contaba con 1.948 centímetros cúbicos de capacidad, doble árbol de levas a la cabeza y desarrollaba 140 caballos. Previamente, y como intercambio en la alianza, Renault le proveía los motores Diesel a la firma sueca.

Ford Puma 2.2 TDCI

Este motor, actualmente en producción en nuestro país y que equipa a la Ford Ranger, es utilizado en Europa por PSA. Allí equipa a los furgones grandes de esta sociedad, como los son el Citroën Jumper y Peugeot Bóxer, que ya se comercializan en Argentina. En ellos desarrolla 130 caballos de fuerza. El acuerdo no es compartido por el tercer integrante de la firma Sevel, el Fiat Ducato, que continua empleando motor 2.3 de la firma Iveco/Sofim, también con 127 CV.

Subaru Bóxer 2.0

Este motor horizontal de cuatro cilindros y dos litros es el encargado de impulsar a todos los Subaru BRZ y Toyota 86 del mundo. Esta coupé de origen japonés, que está a la venta desde el año 2012, está fabricada por Subaru íntegramente, aunque su desarrollo fue en conjunto a Toyota desde el primer día. A pesar de los genes típicos Subaru, no tiene turbo, pero desarrolla en sus versiones convencionales unos suficientes 200 caballos de fuerza.

MWM Sprint 6

A finales de los noventa los turbo Diesel de gran poder eran moneda corriente para equipar a las pick-ups full sizes. En 1997 Chevrolet comenzó a producir en Córdoba la Silverado, que en su variante más completa equipaba un motor MWM de seis cilindros en línea, con 4.2 litros, que desarrollaba 180 caballos de fuerza. Tres años más tarde, Ford comenzó a equipar el mismo motor en la F100 XLT. Desde ese momento los rivales eternos compartieron mecánica en sus chatas más poderosas del país, aunque la Silverado pronto dejó la producción.

Renault DCi 1.6

La alianza estratégica entre vehículos comerciales de Renault y Mercedes-Benz incluye la provisión de mecánicas Diesel del rombo a la casa alemana, que incluso nombra a estas variantes con su clásico código interno OM. Un ejemplo de ello es el 1.6, bautizado como CDi, que equipa a la Vito de producción nacional, y que produce una potencia de 115 caballos de fuerza.

Honda 1.6 / 2.0

A comienzos de los noventa, tras un acuerdo de cooperación, Honda comenzó a proveerle motores a la firma inglesa Rover. Si bien estos productos de la serie 200 y 400 contaban con motores de origen japonés, Honda preservaba algunas de sus tecnologías más preciadas, como por ejemplo el sistema V-Tec. Es por ello que desarrollaban menos potencia que en los modelos de la marca de origen.

Galería de imágenes