El Grupo BMW celebró un nuevo hito en su camino hacia la electrificación con la salida de su auto electrificado número tres millones desde la planta central de Múnich. Se trata de un BMW 330e Touring en color Azul Portimao, destinado al mercado del Reino Unido.
La producción en serie de modelos 100% eléctricos comenzó en 2013 con el BMW i3, un urbano pionero en su tipo, fabricado en Leipzig junto al deportivo híbrido enchufable BMW i8.
En ese entonces, debido a su diseño particular, el i3 se ensamblaba en un sector exclusivo para eléctricos dentro de la planta, aunque coexistía con la producción convencional.
Con el paso del tiempo, el Grupo BMW integró de forma gradual la producción de autos eléctricos en sus instalaciones a nivel global. Inicialmente, las plantas comenzaron ensamblando híbridos enchufables en paralelo con versiones a combustión, lo que permitió una transición eficiente hacia la electrificación.
En 2024, la movilidad eléctrica representa más del 25% del total producido, y aproximadamente tres de cada cuatro de esos autos son eléctricos puros. La compañía ya ha entregado más de un millón y medio de autos eléctricos a través de sus marcas BMW, MINI y Rolls-Royce.
La capacidad de la red de producción global del grupo se ha ampliado con el objetivo de responder a la demanda creciente de modelos eléctricos. El lanzamiento del MINI Cooper SE en Oxford en 2019 marcó el inicio de esta expansión dentro de las otras marcas del grupo.
En 2020 comenzó la implementación de una nueva generación de motores eléctricos, y en 2021 la producción de los modelos BMW iX y i4 se consolidó en las plantas de Dingolfing y Múnich. En tan solo un año, todas las fábricas del grupo en Alemania quedaron preparadas para producir autos eléctricos.
Desde la introducción del BMW i3, componentes como módulos de baterías, acumuladores de alto voltaje y motores eléctricos se fabrican en Dingolfing, donde se estableció un Centro de Competencia para la Producción de Motores Eléctricos.
En 2022, esta planta ya había alcanzado una capacidad anual superior a 500.000 motores. Otras fábricas, como las de Ratisbona, Leipzig y Spartanburg, también han aumentado su capacidad para ensamblar baterías de quinta generación.
Todo este conocimiento acumulado se volcará en la próxima generación de motores eléctricos, que debutará a finales de este año con la plataforma Neue Klasse en la nueva planta de Debrecen, Hungría.
