La histórica denominación Freelander vuelve a escena, aunque con un enfoque completamente renovado. Esta vez no será un Land Rover convencional, sino el emblema de una nueva submarca creada en el marco de la alianza entre Chery y Jaguar Land Rover. El proyecto se está desarrollando en China, donde el modelo ya fue captado en pruebas con varios camuflajes, y apunta a consolidarse tanto en ese mercado como en diferentes partes del mundo.
El primer prototipo descubierto, camuflado durante sus ensayos, revela un SUV de proporciones robustas y estilo moderno, con rasgos que recuerdan al Range Rover Sport. Destacan su línea de capó elevada, el techo plano, los parachoques cortos y una larga distancia entre ejes. A pesar de su apariencia compacta en las fotos, el vehículo alcanza 5,1 metros de longitud, superando en tamaño a varios de sus competidores directos.
Las imágenes también dejan ver manijas de puertas retráctiles, pilares A inclinados, espejos laterales de gran tamaño y sensores adicionales en el techo, característicos de los vehículos en fase de pruebas. El Freelander luce además llantas negras de gran diámetro, posiblemente de 20 pulgadas o más, junto a una considerable altura libre al suelo, confirmando su vocación off-road.
Internamente denominado E0V, el nuevo Freelander se sustenta sobre la plataforma modular E0X, desarrollada por Chery. Esta arquitectura admite configuraciones 100 por ciento eléctricas y versiones con extensor de autonomía, una solución cada vez más popular en el mercado chino.
Se espera que la versión de extensión cuente con un motor 1.5 turbo como generador, combinado con baterías de fosfato de hierro y un depósito de combustible de buen tamaño.
En cuanto a prestaciones, se estima que la gama ofrecerá hasta 553 CV, suspensión neumática y un avanzado paquete de asistencias a la conducción de nivel 2.
El lanzamiento de esta nueva marca Freelander no se limitará a un solo modelo. El SUV captado en pruebas es solo el inicio: habrá versiones de seis o siete plazas, así como un hermano menor y otro de estilo coupé, ampliando la oferta para distintos segmentos.
Según Car News China, la planta de Chery Jaguar Land Rover en Changshu, cercana a Suzhou, es el centro neurálgico de este proyecto. El mercado chino será el primero en recibir el nuevo Freelander, donde la marca apunta a ganar volumen aprovechando el creciente interés por los SUVs eléctricos y de rango extendido.
No obstante, este modelo no se limitará al gigante asiático: todo indica que la submarca Freelander podría expandirse a otros mercados internacionales, manteniendo el espíritu urbano con capacidad todoterreno que caracterizó al nombre original, pero ahora con un enfoque sostenible y tecnológicamente avanzado.