… en internet figuran avisos y videos que promocionan sistemas para hacer funcionar automóviles y camiones cargándoles nada más que agua en el tanque. Si eso funciona, ¿por qué las terminales no han introducido hasta ahora modelos con esos motores o, por lo menos, anuncios de que están trabajando en ellos y que funcionan? Hay un video que muestra un señor con un soplete que funciona con hidrógeno capaz de calentar muy rápido y fundir cualquier cosa y que carga agua en el tanque de su auto para hacerlo andar con hidrógeno ¿Es realmente posible? Gracias por sus comentarios. Un abrazo grande.
Guillermo Spatuza
Respuesta: La combustión del hidrógeno es tan vieja como el universo, de lo contrario no existiría el agua. Creo haber visto el video al que hace referencia. Es otro ilusionista (por no decirle estafador) que se suma a la larga lista de los que pretenden hacer andar directamente un vehículo con agua. El soplete que muestra el chanta en el video es conocido como “soplete oxhídrico” y es, efectivamente, el que mayor temperatura permite alcanzar con una llama generada por oxidación. El hidrógeno es justamente reconocido por el calor que genera en su combustión con oxígeno, superior al de cualquier otro elemento.
Pero… y siempre hay un pero, resulta que algún despistado (pero no tanto) formuló hace ya bastante tiempo el primero y el segundo principio de la termodinámica, que, entre otras cosas y hasta tanto alguien demuestre lo contrario, afirman que no existe en la naturaleza ninguna transformación con rendimiento igual o superior al 100 %, o dicho en otros términos, no se puede generar energía de la nada.
Nadie discute que con hidrógeno se pueden hacer funcionar motores de pistón, turbinas o lo que sea, y que funcionan de maravillas. Nadie discute tampoco que el agua contiene dos átomos de hidrógeno por cada uno de oxígeno, ni se cuestiona la cantidad de calor (o de energía) que genera el H cuando se lo quema y se transforma en agua. Tampoco está en discusión, según la termodinámica, aunque siempre aparece algún iluminado tratando de demostrar lo contrario, que para separar o dividir el agua en sus componentes básicos (hidrógeno y oxígeno) hace falta aportarle siempre más energía de la que se genera cuando se quema.
Y aquí se manifiesta el principio de imposibilidad de estos ilusionistas que quieren hacer funcionar los vehículos cargándoles sólo agua: El rendimiento promedio de un motor de pistones no supera el 40 %, es decir que de la energía que le entrego solo el 40 % se transforma en energía utilizable para impulsar al vehículo. El proceso para generar hidrógeno mediante electricidad tampoco tiene rendimiento del 100 %, pero, para no ponernos en caprichosos, le concedo que sea del 99 %. Obviamente, la electricidad deberá provenir de algún generador conectado al motor, que tampoco tendrá 100 % de rendimiento. Es decir que si yo tengo un motor propulsado con hidrógeno al que le cuelgo un generador eléctrico para que me suministre electricidad para generar hidrógeno, a lo sumo (y aunque la realidad dista mucho de eso) obtendré en hidrógeno el 98 % de la energía que gasté para generarlo.
Y aquí viene la primera conclusión interesante: Dijimos que el motor rinde un 40 % ¿De dónde saldrá el otro 60 % necesario solamente para que el motor funcione? ¿De la nada? Resulta entonces obvio que, si con el conjunto motor-generador sólo puedo fabricar a partir de agua el 40 % de la energía necesaria para que funcione únicamente el motor, me pregunto: ¿De dónde voy a sacar energía para que ese mismo motor pueda, además de generar hidrógeno, impulsar un vehículo, si de entrada para hacerlo andar fabricando hidrógeno tengo un déficit de energía de por lo menos el 60 %? Parecería que la única solución a este dilema sería reinventar la termodinámica…
Pero, cuidado: de ninguna forma estoy diciendo que el hidrógeno no sirve muy por el contrario: creo que efectivamente (y en regla con el universo) es la futura fuente de energía, pero deberemos encontrar la forma de producirlo a través de otra manera que no sea la de consumirse a sí mismo, como, por ejemplo, la energía solar, la eólica, la nuclear u otras formas ecológicamente manejables. Moraleja: es infinitamente más lo que nos queda por aprender que lo conocido, pero aprendamos a reconocer a los estafadores, que, bien intencionados o no, sólo son eso: estafadores.
Le mando un fuerte abrazo.
… soy seguidor incansable de sus distinguidas y didácticas notas en la revista Parabrisas. Debo confesarle que he aplicado muchas de sus enseñanzas técnicas en mi labor cotidiana de Fiscal de Juicio en causas por accidentes de tránsito, con grandes éxitos a la hora de buscar la verdad objetiva del suceso. Incluso me he permitido mencionarlo en alegatos para acentuar algún concepto. Gracias por los distintos argumentos técnicos que tanto ayudan a quienes amamos los fierros.
Horacio Chiminelli
Respuesta: Realmente me complace mucho el saber que mis comentarios técnicos en Parabrisas le hayan sido útiles para contribuir con la Justicia.
Le agradezco su mail y quedo a su disposición.