Por unas lindas vacaciones

Por Jorge Omar Del Rio - Siempre es bueno insistir en que en los viajes hay que extremar las precauciones y conducir con mucha concentración. También es importante el estado del vehículo.

Redacción Parabrisas

Estamos en plena temporada de verano y, como suele ocurrir, las rutas están muy cargadas de tránsito. Esto aumenta los tiempos de viaje y requiere de mayor paciencia por parte de los automovilistas para evitar riesgos. Por eso, a pesar de lo mucho que se comenta al respecto, en la Escuela de Manejo Avanzado intentamos repasar algunos de los detalles que ayudan a conseguir viajes más seguros.

Mucha atención

Es importante destacar que, en general, casi todo depende de lo que hacen los conductores. En este sentido vemos que hay muchos que utiliza una buena actitud para adaptar su circulación a las realidades que se plantean. Pero también es cierto que hay otros que muestran esa impaciencia, que lamentablemente, a veces termina en situaciones muy desagradables. Parecen desconocer la posibilidad de que algo malo pueda ocurrir hasta que resulta tarde.

Actualmente, uno de los detalles que más nos importa remarcar es que el conductor comprenda que no se tiene que permitir distracciones. Los viajes consumen muchas horas, y parece que para muchos resulta imprescindible mantenerse conectados con todas las variadas formas de comunicación que actualmente disfrutamos. Pero hay que tener en cuenta que se está circulando a velocidad de ruta y son muchos los metros que recorre en cada segundo, además con vehículos delante y detrás con los cuales tiene que mantener una adecuada coordinación de maniobras para evitar problemas.

Lee también:  Los planes de Volkswagen para la Argentina y Brasil

Por el mismo motivo, también las conversaciones o juegos dentro del habitáculo, la ingestión de comidas o bebidas, etc. tienen que pasar a un segundo plano para no distraer la atención del que maneja. Basta un instante de distracción para que sea posible perder la línea de marcha y aparecer en la banquina o, lo que es peor, sobre la mano contraria, como ocurre algunas veces. Además de mantener la atención, es muy importante que una correcta actitud de manejo se mantenga durante todo el trayecto.

Ello implica, elegir la velocidad de circulación adecuada para cada conductor, tipo de automóvil y circunstancias del camino, evitando así la posibilidad de cometer errores por maniobras bruscas o inesperadas, además de redundar en viajes más descansados, ya que hay menor tensión en general.

Responsabilidad

En otro aspecto, y siendo público que la mayoría de los accidentes de peores consecuencias se originan en impactos frontales, el conductor puede cumplir con su parte, asegurándose de que en los caminos de doble circulación nunca inicie una maniobra de sobrepaso si no tiene total certeza de que podrá finalizarla sin sobresaltos.

Queda en quien maneja determinar si el momento y la distancia disponibles son los correctos. Cuando hablamos de actitud nos referimos a que, ante la menor duda, elija postergar el intento. Simplemente con esa decisión puede eliminar por completo el enorme riesgo inminente que estaría creando si inicia la maniobra y luego descubre que las cosas no van bien.

Lee también: Kona, el nuevo SUV que lanza Hyundai en el país

En este sentido, en la Escuela hemos comprobado que el hecho de tratar de concientizar sobre cuántos segundos se pueden estar ganando en un viaje con ese intento, resulta muy buena estrategia para combatir la ansiedad que, generalmente, es la que impulsa las maniobras riesgosas.

Al comprender que puede tratarse de solo algunos minutos, aparece en su real dimensión si vale la pena correr el riesgo. Por supuesto que de noche esto es doblemente importante, porque es se dificulta la visión y con ello las certezas. En esas circunstancias conviene recordar la importancia de las líneas demarcatorias.

En los caminos que están bien señalizados, éstas son excelentes aliadas del conductor, ya que en condiciones de baja visibilidad pueden darle la información que necesita para definir el inicio de la maniobra.

En general, podrán evitarle que se confunda con la posibilidad de pensar que tiene mucho espacio, porque no se ven luces hacia adelante, pero en realidad esto puede deberse a que se está acercando una pendiente, o una curva.

En este sentido, hay otro aspecto que no deja de sorprendernos y es que, a pesar de que el parque automotor está muy renovado, sigue habiendo una cantidad muy grande de vehículos que circulan con las luces en malas condiciones. Pensamos que esto solo puede ocurrir porque los usuarios de esos vehículos no se detienen a pensar sobre el tema.

Tal vez solo quieren resolver de alguna manera su problema de visibilidad, sin comprender los otros efectos que se producen para la circulación en rutas.

Por ejemplo, un vehículo con una sola luz alta adelante es muy peligroso en la noche. Esto disminuye en gran medida la posibilidad de que el tránsito de frente pueda tener certeza respecto a la característica, velocidad y ubicación del objeto que se avecina. Casi lo mismo se podría afirmar cuando las que faltan son las luces traseras.

Lee también: Los 10 autos más caros y los más baratos de Argentina

Peor aún si se trata de un camión. La diferencia de velocidad con los automóviles puede resultar una trampa muy difícil de resolver. Pensamos que, más allá de que sería conveniente contar con mayores controles al respecto, nada mejor que el propio conocimiento y responsabilidad de las personas para que cada uno se asegure de que su vehículo salga a la ruta en condiciones adecuadas.

Ver y hacerse ver

Las estadísticas están llenas de accidentes que ocurren porque los conductores se ven sorprendidos por la aparición muy próxima de otro vehículo o persona.

Aquí queremos hacer un pequeño comentario para aquellos que no circulan en automóvil, pero sí lo hacen por las rutas, como los ciclistas o los peatones, lo que suele ocurrir especialmente en las cercanías de las pequeñas ciudades.

Es imprescindible que lleven ropas claras y, en lo posible, con algunas guardas reflectantes en las mismas o en el calzado. O lo que sería mejor aún, que se coloquen chalecos o prendas de esas características. La diferencia a favor de su propia seguridad será enorme.

Es tan frecuente ver personas que caminan o van en bicicleta en la noche vestidos con ropas oscuras, que resulta evidente que ni siquiera tienen en cuenta el enorme riesgo que corren por este motivo, al impedir que los automovilistas puedan enterarse de su presencia a mayor distancia.

Ojos bien abiertos

Volviendo a los pequeños grandes detalles que colaboran para mejorar los viajes de vacaciones, también es bueno mencionar el hecho de programar las paradas de descanso.

A través del menor consumo y la capacidad de los tanques de combustible, la industria va logrando vehículos con mayor autonomía. Esto puede resultar muy útil en zonas con pocas estaciones de servicio, pero también significa que, el conductor puede continuar durante muchas horas sin detenerse. Ahí aparece nuevamente el tema de la ansiedad por llegar.

Lee también: ¡Arrancá 2019 con Parabrisas!

Pero está claramente comprobado que la posibilidad de detenerse, salir del vehículo y caminar durante algunos minutos, es altamente beneficioso para que el organismo recupere sus funciones naturales de equilibrio.

Esto es igualmente importante tanto para el conductor como para los acompañantes que están más expuestos a las sensaciones de mareo o nauseas, haciendo muy tedioso el viaje, especialmente si se trata de caminos sinuosos y, en mayor medida, para los que viajan en los asientos traseros.

Por lo tanto, aunque no fuera necesario reabastecer combustible, una breve parada de algunos minutos cada 2 o 3 horas disminuirá la posibilidad de sufrir estos problemas y podrá disminuir la fatiga que vuelve el viaje desagradable. Como se ve, a través de estos comentarios, depende de muchas de estas decisiones conseguir viajes más placenteros y con mayor Seguridad. Está en cada uno de los conductores el conseguirlo. ¡Felices vacaciones!

En esta Nota