Cómo evitar los vuelcos

En un gran porcentaje de casos, uno de los accidentes más temidos, el vuelco, tiene su origen en la respuesta inadecuada del conductor frente a una situación en la que se le exige al máximo todo lo que ha incorporado en el arte de pilotear un vehículo.

Redacción Parabrisas

En los últimos tiempos hemos tenido varias consultas respecto a las características de algunos accidentes que finalizaban con el vuelco de los vehículos. Seguramente, por tratarse de una de las situaciones más temidas y desconocidas para los automovilistas, el hecho de que se produjeran varios siniestros de esa naturaleza en poco tiempo, y que se dieran a conocer en los medios masivos, motivó la gran inquietud y el intento de comprender las causas.

Como generalmente ocurre, lo primero que se trata de encontrar son las posibles fallas en los vehículos o en los caminos que pudieran haber dado lugar a la situación. Además, el hecho de que algunas de esas situaciones ocurrieran en ámbitos urbanos reforzaba más el concepto de buscar la explicación, porque no resultaba aceptable pensar en vehículos que volcasen circulando a baja velocidad.

Se tiene casi el convencimiento de que eso solo puede ocurrir en las rutas, o tal vez en alguna montaña o en caminos con zanjas profundas a los costados. Inclusive hubo medios periodísticos que trataron de hacer informes sobre el tema, porque les parecía lógico enfocarlo de esa manera y querían confirmar la presunción.

¿Por qué será?

En primer lugar analizaron si los vehículos involucrados eran similares y, luego, repasaron las condiciones del clima o el camino. Encontraron que no había tal similitud, y entonces ahondaron en la investigación para descubrir los motivos, pero siempre con la convicción de que había alguna causa externa.

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