Sol, nieve, excrementos de pájaros: la pintura del auto está expuesta a muchas cosas. Con el paso del tiempo se endurece, se quiebra y agrieta. Para que el brillo no desaparezca es aconsejable un cuidado minucioso, pero el mercado de productos es amplio y complejo. El mejor remedio depende del tipo de pintura.Los expertos recomiendan pulir y encerar la pintura dos veces al año, en verano y en invierno, ya que el pulimento y la cera hacen de protectores.El pulimento suele estar compuesto por lo general de jabón, que evita los pequeños arañazos, hace brillar a la pintura y nivela las distintas capas. Además, suele contener sustancias que protegen contra las inclemencias del tiempo. El funcionamiento es como un "peeling" de la piel: el pulimento retira una finísima capa y libera el brillo.
Luego, la pintura debe ser conservada con cera o con un producto combinado de pulimento y cera. Esos productos combinados ofrecen la posibilidad más sencilla para hacer que el vehículo vuelva a relucir. En vez de optar por los tradicionales jabones, la mayoría de los fabricante apuesta por preparados con micropartículas y pulimentos sintéticos.Pero no todos los productos son apropiados para todas las pinturas. Si está muy dañada, hay que usar una sustancia con mucho grano y, luego, tratar la superficie con cera.Los consumidores no tienen por qué apostar por el producto más caro. "El precio no es garantía de un buen contenido ni de que sea idóneo", dice Dennis Buchmann, de la Federación de Cuidados Innovadores del Automóvil de Alemania. En el segmento medio de precio se encuentran ya marcas con buenos productos. Aunque los más caros tienen un alto contenido en cera natural y mejores jabones, polímeros y material antifricción, los más baratos dan buenos resultados si se conoce bien la marca.Un buen punto de partida lo dan los tests comparativos como los que hacen las revistas especializadas, por ejemplo. Lo ideal es una prueba en el propio auto, así el especialista puede saber qué producto da el mayor brillo. Aunque la base de las sustancias de raspado en todos los pulimentos suele ser siempre el óxido de aluminio, un grano excesivamente alto puede destruir la pintura. Un grano medio es el ideal para la mayoría de superficies.La Sociedad Alemana de Inspección Técnica (GTÜ) compara habitualmente diferentes productos, de los que se valora su eficacia en el tipo y el grado de brillo, pero también su aplicación a mano sin necesidad de una pulidora. "La capacidad de limpieza y pulido en los productos algo más caros suele ser algo mejor que en los más baratos", afirma el portavoz de la GTÜ, Hans-Jürgen Götz. Los clientes que estén inseguros deberían dejarse asesorar en los comercios especializados.Además del producto, también es importante la experiencia del usuario, las herramientas y la composición de la pintura. Para el conocedor en la materia es difícil en primera instancia encontrar la combinación perfecta para obtener el brillo ideal. Incluso los profesionales prueban a menudo antes de empezar en puntos ocultos del auto la combinación que más los convenció y luego abordan las superficies más grandes como el capó o las puertas."En el caso de pinturas muy resistentes a los arañazos puede resultar muy dañino usar el producto o la herramienta equivocada", alerta Buchmann.La gran diferencia está en las ceras. Éstas no contienen elementos abrasivos, sino que renuevan el color de la pintura, la suavizan y le agregan una capa protectora a las inclemencias del tiempo a través del sellado. Los productos naturales como la cera brasileña carnauba son mejores que las sustancias sintéticas, ya que no secan la pintura sino que se meten por los poros y le dan una untuosidad más duradera.Sin embargo, estas sustancias son mucho más caras que las ceras sintéticas y el tratamiento requiere mucho más tiempo.
Completamente inofensivas son las ceras conservadoras, que aunque no dan el mejor brillo, sí protegen bien.
FUENTE: dpa
