BMW i3: un nuevo camino

El primer integrante de la submarca i propone una nueva etapa entre los eléctricos. Fotos. Galería de fotos

Redacción Parabrisas

¿Es la propulsión eléctrica la clave de la movilidad del futuro? Esa pregunta todavía no tiene una respuesta definitiva, aunque las tendencias del mercado hacen suponer que se trata de un rotundo “sí”. Esta afirmación que crece a medida que los avances tecnológicos van derribando paredes tiene en el BMW i3 a uno de sus más recientes ejemplos.

El nuevo modelo, el primero de la nueva submarca i de BMW (el próximo será el i8), propone una forma diferente de avanzar en este terreno, porque aplica soluciones de desarrollo y producción innovadoras en esta categoría: es el primero de su tipo que utiliza chasis de aluminio y sectores de la carrocería de materiales reciclados (techo) y de plásticos especiales reforzados con fibra de carbono, sistema PRFC (la “jaula” del habitáculo).

Esa es la gran novedad del i3: utilizar este compuesto especial antes reservado para modelos súper deportivos. Gracias a la aplicación de este material (se crea en la planta Moses Lake del estado de Washington, Estados Unidos, a partir de energía generada por procesos de bajo impacto ambiental, como lo son el hidráulico y el eólico), este modelo pesa unos 1.200 kilos, un 25 por ciento menos que un modelo de propulsión convencional de similares dimensiones (mide 3.999 mm de largo, 1.775 mm de ancho y 1.578 mm de alto, mientras que la distancia entre ejes es de 2.570 mm).

Por ahora, la familia i no agregará versiones SUV, cabrio ni monovolumen, según aseguró Adrian van Hooydonk, responsable de diseño de la gama durante una entrevista con Parabrisas y otros medios locales: “Por ahora no están en carpeta. Recién estamos empezando con esta nueva serie.”, aseguró.

Contaminación cero

El motor eléctrico del BMW i3 entrega una potencia máxima de 170 CV y un par motor de 25,4 kgm, que se aplican en las ruedas posteriores a través de una caja de cambios de transmisión variable continua.

La energía que consume el motor eléctrico proviene de células acumuladoras de ión-litio, integradas en la estructura de los bajos del automóvil, característica que contribuye con una mejor ubicación del centro de gravedad y con la distribución equilibrada del peso entre ambos ejes. La alimentación de energía eléctrica puede provenir de una toma de corriente doméstica normal o de una estación de recarga pública.

El comprador puede elegir también una opción denominada Rex (por range extender), que incorpora un pequeño propulsor naftero de dos cilindros, 650 cm3 y 34 CV, que funciona únicamente como generador. Con él, la autonomía, que en la versión “normal” es de entre 130 y 160 kilómetros, puede alcanzar los 300 kilómetros.

Este nuevo modelo fue presentado simultáneamente en Nueva York, Londres y Beijín, mercados en los cuales se empezará a comercializar a fin de año.

En 2014 llegará a parte de América Latina (México y Brasil) y, en 2016, con suerte, a nuestro país. En los Estados Unidos se comercializa en valores que arrancan en los 42.000 dólares.