Por Walter Togneri
La fama de provocador de Jeremy Clarkson es un karma que acompaña a su personaje. Y, por lo visto, la realidad se las arregla para afianzar esa condición. Cuando todavía está tibia la polémica en torno al frustrado programa especial de Top Gear que se iba a rodar en suelo argentino y cuya filmación fue interrumpida por habitantes de Tierra del Fuego que se sintieron como un insulto que la patente de uno de los autos de Clarkson hacía alusión a la guerra de Malvinas (H982 FKL: 1982, el año del conflicto; Fackland, el nombre que los ingleses le dan a Malvinas), un nuevo problema lo tiene como protagonista: la BBC lo ha suspendido.
Aparentemente, la medida es la respuesta de la cadena británica a una situación que “se está investigando” y no sería otra cosa que una disputa entre Clarkson y un productor del ciclo.
La situación (de la cual no han trascendido detalles) es muy grave ya que la BBC aseguró que este domingo no se emitirá el programa y así seguirá hasta que no se aclare el tema.
La temporada número 22 de Top Gear arrancó con problemas. Primero, el conflicto en la Argentina; ahora, la suspensión de Clarkson. Para Andy Wilman, productor ejecutivo de Top Gear, esta temporada ha sido su "Annus Horribilis": vienen arrastrando problemas desde hace un tiempo y este último podría suponer un punto de inflexión en el programa.