La industria automotriz tiene hoy a los SUV como protagonistas indiscutidos en las calles y los concesionarios. Y desde este año, también comienzan a dominar las pistas. El renovado TC2000, una de las categorías más tecnológicas y tradicionales del automovilismo argentino, se reinventó para convertirse en el primer campeonato del mundo basado exclusivamente en SUV de serie, adaptados y potenciados para la alta competencia.
El desembarco de estos modelos, que mantienen la silueta y parte del espíritu de los vehículos que circulan diariamente, pero con importantes modificaciones técnicas, ya dejó su huella en las tres primeras fechas del torneo. Este fin de semana, en el Autódromo Ciudad de Concordia, se disputa la cuarta cita del calendario y la expectativa crece tanto en el ambiente automovilístico como en la propia industria.
De la calle al circuito
Modelos como el Toyota Corolla Cross, Chevrolet Tracker, Honda ZR-V y Volkswagen Nivus son los SUV que ya han pasado del showroom a la pista. Claro que lo hicieron tras un meticuloso proceso de transformación técnica: se mantienen elementos de los vehículos de serie, pero se incorporan motores de 500 caballos de fuerza, aerodinámica avanzada y soluciones propias de la ingeniería deportiva.
El corazón de estos autos es un motor turbo de cinco cilindros y 2.5 litros, desarrollado en Argentina por la firma BaseN Engineering. Capaz de superar los 500 CV y 550 Nm de torque, este propulsor simboliza no solo potencia, sino también la apuesta del TC2000 por la industria nacional.
En términos de aerodinámica, los SUV cuentan con un paquete que incluye difusores delanteros y traseros, alerón regulable de fibra de carbono y canalizadores de flujo, todo pensado para maximizar la estabilidad y reducir la resistencia al avance. A ello se suman neumáticos Pirelli P Zero y un chasis optimizado que permite alcanzar velocidades de hasta 300 km/h.
Los récords hablan por sí solos
Las primeras tres fechas del campeonato 2025 no tardaron en demostrar el potencial de esta nueva generación de vehículos. En los autódromos de Buenos Aires y Rosario, los flamantes SUV no solo igualaron el ritmo de los sedanes tradicionales, sino que pulverizaron los récords vigentes, superando incluso los tiempos registrados por categorías emblemáticas como el Turismo Carretera.
El impacto fue inmediato: la combinación de potencia, aerodinámica y tracción delantera convirtió al TC2000 en la categoría más veloz de Sudamérica en su tipo. Y, al mismo tiempo, marcó un hito al demostrar que los SUV, que históricamente fueron sinónimo de confort y versatilidad urbana, pueden también ser protagonistas en el alto rendimiento deportivo.
El torneo y los nombres que dominan
En lo deportivo, la temporada comenzó con un Matías Rossi implacable. Al volante de su Toyota Corolla Cross, el piloto lidera el certamen tras dominar las dos primeras clasificaciones, que desde este año otorgan puntos, y subir al podio en las tres finales disputadas: segundo en Oberá y Rosario, y tercero en Buenos Aires. Con 72 puntos, Rossi encabeza la tabla y ratifica la competitividad del modelo japonés.
Detrás suyo, Franco Vivian con el Chevrolet Tracker se ubica como uno de los grandes protagonistas. El experimentado piloto fue el encargado de romper el récord del circuito de Rosario, demostrando que los SUV no solo son competitivos, sino que son capaces de redefinir los límites en cada pista.
También destaca Emiliano Stang, compañero de equipo de Rossi, que logró las victorias en Oberá y Buenos Aires, y Marcelo Ciarrocchi, que se impuso en Rosario a bordo de un Fiat Cronos, el único sedán que hasta ahora logró interponerse en el dominio SUV.
Concordia, la próxima cita
Con este contexto, el TC2000 llega este fin de semana al Autódromo Ciudad de Concordia para disputar la cuarta fecha de su temporada. La expectativa es alta, tanto en lo deportivo como en lo técnico: los SUV ya demostraron su capacidad para dejar atrás los récords, y todos los ojos están puestos en si este circuito entrerriano será testigo de una nueva marca histórica.
Más allá de la competencia en sí, la presencia de los SUV en el campeonato representa un caso concreto de cómo la industria y la competición pueden ir de la mano. Los autos que las familias eligen para su día a día, potenciados y perfeccionados, son ahora protagonistas de un espectáculo deportivo que también funciona como vidriera tecnológica para las marcas.
El TC2000, con sus SUV de última generación, no solo se reinventó: empezó a escribir un nuevo capítulo donde la pista y la calle están más cerca que nunca.