El día en que Donald Trump asuma como presidente, probablemente recibirá dos juegos de llaves: uno para la Casa Blanca y otro para un auto nuevo.
Aunque su existencia no ha sido confirmada oficialmente por General Motors, fotógrafos espías han detectado lo que parece ser la limusina presidencial que reemplazará a la "Bestia" que protege al Presidente Obama.
Los reporteros hicieron varias tomas de una limusina camuflada y en sesión de pruebas que parece una versión modificada del actual vehículo de Estado marca Cadillac.
Su perfil es casi idéntico al de Obama, pero presenta el último estilo de Cadillac, incluyendo faros verticales de LED y una parrilla tipo CT6 con la nueva cresta de la empresa en el centro.
Los detalles acerca de la nueva "Bestia" son mantenidos en secreto por razones de seguridad nacional, pero mientras que parece un sedán, estaría más cerca de una van mediana. Obama una vez reveló al comediante Jerry Seinfeld que es "un Caddy, básicamente, en un marco de tanque".
El auto de lujo, que pesa entre 7 y 9 toneladas, equipa un compartimiento de pasajeros acorazado, y hasta lleva su propio suministro de aire para permitir que conduzca incluso ante ataques de armas químicas.
El Servicio Secreto de los Estados Unidos mantiene una flota de alrededor de una docena de vehículos similares, cada uno con un precio que se cree es cercano a los 1,5 millones de dólares.
General Motors no ha comentado nada sobre la nueva "Bestia", pero actualmente tiene contratos por valor de casi 16 millones de dólares que se ejecutarán a través de 2017, el primero de los cuatro de la presidencia Trump, que asumirá el cargo el 20 de enero. Hay que recordar que la "Bestia" de Obama fue revelada apenas una semana antes de que su jura, en 2009.
