Hyundai está lista para cerrar una brecha importante en su portafolio de modelos: la ausencia de una pick-up mediana. La marca surcoreana ha confirmado que desarrollará al menos una camioneta para competir directamente en diferentes mercados y compartir elementos con su futura prima hermana, la Kia Tasman.
Como bien indicó Carsguide, el impulso detrás de esta decisión viene de la mano del nuevo CEO de Hyundai Australia, Don Romano, quien fue convocado por el presidente global de la compañía, José Muñoz, para liderar el negocio local y revertir la caída de ventas registrada el año pasado. Aunque Romano había planeado su retiro tras dirigir Hyundai Canadá, aceptó el desafío con una meta clara: dejar encaminado el desarrollo de una pick-up antes de concluir su mandato de dos a tres años (al menos en Australia).
Hyundai aún no ha confirmado cuántos modelos lanzará ni qué tipo de arquitectura utilizará, pero el ejecutivo dejó entrever que el desarrollo ya está en marcha. “¿Será una camioneta o dos? ¿Con quién deberíamos asociarnos? ¿Tal vez con General Motors, con quien ya tenemos una alianza?”, se preguntó en voz alta. Aunque no todas las respuestas están definidas, el objetivo está claro: tener un plan de producción concreto antes de su salida del cargo.
La estrategia dependerá en gran medida del tipo de plataforma y del sistema de propulsión elegidos. Una opción sobre la mesa es construir una camioneta con carrocería sobre bastidor, como la Kia Tasman, aprovechando la planta de producción en Corea del Sur. Este enfoque podría permitir una entrada más rápida al mercado. Sin embargo, el motor que utilicen será una pieza clave del rompecabezas.
“Tenemos que decidir si queremos una motorización diésel, y cómo encajaría eso en el nuevo esquema de normativas ambientales", explicó Romano. “Introducir un diésel podría cambiar la dinámica completamente. Estamos evaluando diferentes opciones de propulsión, y todo eso conlleva tiempo”.
La colaboración con GM también podría jugar un rol estratégico, no solo en términos de motores, sino también en tecnología y componentes. Según Romano, uno de los escenarios podría consistir en adaptar la arquitectura de la Tasman, cambiar el motor por uno disponible a través de la alianza con General Motors, y así acelerar los plazos de desarrollo y producción.
Así, Hyundai da el primer paso formal hacia un segmento clave, con una visión estratégica que apunta a posicionarse en un terreno donde la marca todavía no ha dejado huella.



