Cómo se diseña un concept car eléctrico

Conocé algunos “secretos” acerca del Cupra Tavascan, el nuevo SUV de la marca de altas prestaciones perteneciente a la automotriz española Seat. Galería de fotos

Redacción Parabrisas

Tavascan es un concept totalmente eléctrico que Cupra estará develando en el Salón del Automóvil de Frankfurt. Previo al estreno mundial, la marca española adelantó detalles acerca de los aspectos que tuvo en cuenta para diseñar este nuevo SUV con forma de cupé que entrega una potencia total de 306 CV (225 kW) generados por dos motores eléctricos, uno en el eje delantero y otro en el trasero.

La aerodinámica es un factor clave para lograr recorrer mayores distancias sin necesidad de detenerse para recargar energía. “Al diseñar un modelo eléctrico el reto más importante es la eficiencia aerodinámica”, explica Alberto Torrecillas, diseñador de exteriores de Cupra. “Todo está esculpido con la intención de generar alma al vehículo. No hay nada que parezca hecho por una máquina, los apéndices nacen como si fueran un músculo que aparece del propio cuerpo y definen la silueta del SUV cupé de Cupra”. Así se consigue una menor resistencia al aire.

Basado en la plataforma MEB del Grupo Volkswagen, este prototipo capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en menos de 6,5 segundos dispone de unas baterías de 77 kWh de capacidad, que le otorgan una autonomía de hasta 450 kilómetros con un funcionamiento completamente eléctrico.

Las baterías son fundamentales para el funcionamiento de los automóviles eléctricos. Y los diseñadores deben reservar un espacio para ubicarlas. En el caso del Tavascan, están dispuestas en el espacio inferior del vehículo. Además, debido al peso que tienen, los creadores deben trabajar con materiales livianos. “Todo el concept está producido en fibra de carbono, ya que es el material que queremos utilizar para representar el concepto lightweigth”, comenta Torrecillas.

Para poder lograr más autonomía resulta necesaria la reducción del peso del vehículo. Ahí también cumplen un rol importante las llantas. Las del Tavascan son de 22 pulgadas, con partes en cobre y tapas superpuestas en fibra de carbono para ayudar a canalizar el aire y refrigerar los frenos.

La ausencia de la parrilla es uno de los rasgos que diferencia a los modelos eléctricos de los que funcionan con motor de combustión. “El frontal es un concepto totalmente nuevo. Está diseñado con grandes tomas de aire, todas funcionales. Hay dos tomas que esculpen toda la sección del frontal que canalizan el aire y un air curtain que dirige este aire y lo expulsa por el capó”, sostiene el diseñador.

En cuanto a la parte trasera, también prescinde de uno de los elementos más reconocibles de los autos de combustión: el caño de escape. Este factor ayuda a los diseñadoes a conseguir una simetría perfecta.

El interior es otro de los desafíos a la hora de la crear un auto eléctrico, debido a que las baterías ocupan bastante espacio y atentan contra la habitabilidad y el confort. “Para maximizar el espacio hemos diseñado un interior con cuatro asientos deportivos de fibra de carbono y jugado con elementos ligeros como el ala del tablero flotante o las dos consolas centrales”, apunta Marc Franch, diseñador de interiores de Cupra.

Los colores y materiales también contribuyen a generar sensación de espaciosidad. “Utilizamos napa blanca tanto en asientos como en la parte superior del tablero flotante para lograr esta sensación. La luz ambiental, exclusiva de este concept, hace que parezca que el tablero flote, contrastando con el suelo de neopreno negro”, explica Frederik Baumann, diseñador de Color&Trim.

La última tecnología se hace presente a través de elementos tales como la pantalla central con doble orientación de 13 pulgadas flotante y butacas con altavoces integrados y conectividad individual para el smartphone.

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