DS cumple 70 años

Su proyecto comenzó en 1938, marcando su lanzamiento en la industria en 1955. Galería de fotos

Redacción Parabrisas

El proyecto VGD (Vehículo de Gran Difusión) nació en 1938 bajo la dirección de Pierre Boulanger, entonces responsable de Citroën, con el objetivo de desarrollar un automóvil innovador que superara las expectativas del mercado. 

Su intención era crear un vehículo que combinara confort, aerodinámica y tecnología avanzada, lo que llevó a la marca a embarcarse en un proyecto de gran envergadura que se extendería por casi dos décadas. 

Tras la Segunda Guerra Mundial, el desarrollo del VGD cobró impulso con la incorporación de destacados ingenieros y diseñadores, entre ellos André Lefèbvre, Flaminio Bertoni y Paul Magès, quienes aportaron sus conocimientos para dar forma a un automóvil revolucionario. Lefèbvre, con experiencia en aeronáutica y automóviles de competición, aplicó principios de diseño vanguardistas, priorizando la aerodinámica y la ligereza estructural. 

Bertoni, un talentoso escultor y diseñador, ideó una carrocería elegante y futurista, con líneas fluidas y un perfil aerodinámico nunca antes visto en un vehículo de producción en serie. Magès, por su parte, desarrolló el innovador sistema de suspensión hidroneumática, el cual permitía ajustar la altura del coche y garantizaba una conducción suave en cualquier tipo de terreno.  

El resultado de este trabajo fue el Citroën DS 19, presentado oficialmente en el Salón del Automóvil de París en octubre de 1955. Su debut fue un auténtico acontecimiento, pues en su primer día de exhibición se registraron más de 12,000 pedidos, una cifra sin precedentes en la industria automotriz. 

Citroën DS

El DS 19 incorporaba una serie de innovaciones tecnológicas que lo convertían en un vehículo único: dirección asistida, frenos de disco, una caja de cambios semiautomática y la mencionada suspensión hidroneumática. 

Estas características hicieron que el DS se destacara tanto por su desempeño como por su diseño vanguardista. Su aerodinámica superior, la estructura monocasco y los materiales livianos utilizados en su fabricación le otorgaban una eficiencia inusual para la época.  

El impacto del DS 19 trascendió lo meramente técnico, convirtiéndose en un ícono cultural y un símbolo de estatus. Fue adoptado por el gobierno francés como vehículo oficial y utilizado por personalidades influyentes en diferentes ámbitos. 

A lo largo de su producción, que se extendió hasta 1975, el DS evolucionó con mejoras constantes, consolidando su legado como uno de los automóviles más innovadores del siglo XX. Su influencia perdura hasta hoy, siendo reconocido como un hito en la historia del diseño y la ingeniería automotriz.

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