¿Qué es el intercooler?

Te contamos que función cumple esta pieza, que cada vez está presente en más autos de nuestro mercado. Galería de fotos

Redacción Parabrisas

Mas de una vez hemos leído o escuchado acerca de esta pieza, pero lo cierto es que hay una gran cantidad de consumidores que no sabe exactamente lo que es y cómo funciona. 

Lo primero que hay que aclarar es que no todos los autos disponen de intercooler. Es un dispositivo exclusivo de vehículos que tienen algún tipo de sobrealimentación (dígase turbo o supercargador). 

Partiendo de la base de que un turbo cumple la función de hacer ingresar el aire de forma forzada dentro del motor, debemos saber que ese aire que presuriza tiene que cumplir con ciertas condiciones básicas. 

En principio tiene que estar limpio, tarea de la que se encarga el filtro de aire. El volumen de gas que va admitir el motor es responsabilidad de la compresora y la mariposa de admisión (en el caso de un motor naftero). Y por último nos encontramos con la temperatura, factor del que se va hacer responsable el intercooler. 

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De modo que, si queremos simplificar los términos, el elemento en cuestión no es más que un radiador de aire. 

Pero, ¿para qué queremos que el aire ingrese frío al motor? 

Fundamentalmente, porque siempre es bueno bajar la temperatura de la cámara de combustión. Si la misma está muy caliente, aumentan las posibilidades de que se produzca una detonación temprana de la mezcla, también conocida como pistoneo. 

Aparte, al bajar la temperatura de los gases ingresantes aumentamos su densidad, lo que va a dar como resultado una mejor y mayor alimentación de la planta impulsora. 

Si bien, no todos los motores turbo-cargados tiene este elemento, actualmente la mayor parte de ellos sí. 

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Son fundamentales cuando el vehículo se manifiesta en climas muy calurosos o en alturas elevadas, ya que como dijimos incide de forma directa en la temperatura y la densidad del aire que “respira” el motor. 

Son casi siempre de aluminio y en algunos casos muy especiales (generalmente competición) son refrigerados por líquidos o gases inertes. De esta manera enfrían aún más el aire de admisión. 

Tan importante es la reducción de la temperatura dentro de la cámara de combustión, que algunas marcas como BMW comenzaron a usar sistemas de inyección de agua. 

Efectivamente, aunque parezca peligroso, se inyecta agua (adecuadamente pulverizada y en pequeñas dosis) para bajar la temperatura cuando las exigencias son altas. 

La inyección directa también tiene fines similares, ya que busca la reducción de la temperatura y crea las condiciones apropiadas para que la detonación temprana no se haga presente. 

Todas estas innovaciones nos hacen creer que los motores de combustión interna tienen larga vida aún, pero lo cierto es que las respuestas las tiene el mercado. Donde se incline el mismo será donde apunte tecnología. 

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