¿Qué es y cómo funciona el diferencial autoblocante?

Este componente limita la función primaria del diferencial, con un mecanismo que evita que las ruedas motrices giren a velocidades muy diferentes. Te explicamos su mecanismo.

Pablo Jorge Gualtieri

El diferencial normal reparte casi por igual entre las dos ruedas motrices (o las cuatro en los modelos de tracción integral) el par suministrado por el motor, permitiéndoles girar a diferente velocidad. Con ello se rompe la unión rígida existente entre las ruedas de un mismo eje, haciendo posible que, siguiendo trayectorias de longitudes diferentes y estando animadas de distinta velocidad (lo que ocurre, por ejemplo, en una curva), cada una de ellas reciba siempre la mitad del par motor.

Diferencial autoblocante

Esta última característica presenta, sin embargo, un inconveniente: cuando, por cualquier razón, una rueda motriz pierde el contacto con el suelo o encuentra en él tan poca resistencia que no puede desarrollar la necesaria fuerza de tracción, la potencia transmitida por el motor se “descarga” en ella acelerando su rotación (en realidad, el par suministrado a esa rueda es sólo el necesario para hacerla girar libremente). Como quiera que el diferencial distribuye siempre el par motor en partes iguales, también la rueda que permanece en contacto con el suelo recibe un par nulo, resultando imposible de esta forma el movimiento del vehículo, pues una rueda patina, girando en vacío, y la otra, aunque se mantiene en contacto con el suelo, está parada.

La necesidad de un mecanismo que limitase automáticamente el deslizamiento de una rueda motriz causado por la pérdida de adherencia, se hizo primero patente y por razones obvias en los vehículos militares y posteriormente en los automóviles deportivos. Tal necesidad quedó satisfecha con la aparición del bloqueo automático del diferencial, es decir con el diferencial autoblocante. De nuevo tenemos aquí que las necesidades bélicas impulsaron un desarrollo tecnológico de primera magnitud, y que sirvió para proporcionar mayor seguridad en las rutas.

Diferencial autoblocante

Un diferencial de este tipo y muy utilizado en los automóviles actuales es el Torsen, el único capaz de repartir la fuerza de forma independiente a la velocidad de giro de los semiejes. Funciona mediante la combinación de tres pares de ruedas o engranajes helicoidales que engranan a través de dientes rectos situados en sus extremos. La retención o el aumento de la fricción se produce porque los engranajes helicoidales actúan como un mecanismo de tornillo sinfín: el punto de contacto entre los dientes se desplaza sobre una línea recta a lo largo del propio diente, lo que significa la unión del movimiento de giro a las ruedas con el movimiento de deslizamiento que supone fricción. El ajuste o grado de resistencia se determina precisamente por el ángulo de la hélice de estos engranajes helicoidales.

Lo más interesante del Torsen es que puede repartir la fuerza del motor a cada semieje en función de la resistencia que oponga cada rueda al giro, pero al mismo tiempo permite que la rueda interior en una curva gire menos que la exterior, aunque esta última reciba menos par. Torsen es una contracción del inglés torque sensing, es decir sensible al torque.

Por supuesto que hay muchos otros tipos de diferenciales autoblocantes, por ejemplo los fabricados por ZF, que se utilizan en automóviles de altas performances.