Se trata del L'Or Blanc, una versión del Bugatti Veyron Grand Sport, construido por la automotriz en sociedad con Königliche Porzellan-Manufaktur (KPM) de Berlin, empresa que tiene una tradición de cerca de 250 años en la producción de objetos preciosos de porcelana. Es el primer auto del mundo en usar la más fina porcelana en su cuerpo, así como en su cabina.
El L'Or Blanc representa un automóvil que redefine el arte del diseño. “Es una prueba de las capacidades de los artesanos en las dos marcas. La peculiar estructura de las líneas no sólo refleja la pintura elaborada con porcelana, realizada a mano, sino también el proceso de modelado en el diseño automotriz ", dice Achim Anscheidt, jefe de diseño de Bugatti.
En el transcurso de tres semanas, cada milímetro de las líneas marcadas que dibujan un trazado especial sobre la carrocería, se llenan a mano con el color azul característico. Además, todo el cuerpo recibe cinco capas de laca transparente. Doce elementos, hechos de fina porcelana en la fábrica con sede en Berlín, completa el enfoque estético de este especial Grand Sport.
Para aplicar la porcelana es necesario realizar, primero, los moldes de yeso. En los talleres de KPM, varios de los 170 artesanos que allí trabajan se ocupan de construir los elementos de porcelana únicos que aparecen en el exterior y el interior de L'Or Blanc, con una tremenda atención al detalle. Cada molde está creado y optimizado en un proceso que demanda varias semanas de trabajo del departamento de investigación y desarrollo. El equipo tiene que seguir una serie de pruebas dedicadas a la materia prima para comprobar el impacto de la contracción natural (alrededor de 16 por ciento) durante la cocción y el secado. Por último, los elementos de porcelana se adaptan perfectamente a los componentes de Bugatti.
"La porcelana es uno de los materiales más resistentes, pero el grado de calidad depende en gran medida de la excelencia del proceso de fabricación. Teníamos que asegurar que las incrustaciones se ajustan perfectamente a las tapas de llenado, que ha sido un reto para nosotros, para calcular con exactitud la contracción de la porcelana ", explica Thomas Wenzel, jefe de Diseño de KPM.
Por supuesto, cada elemento de porcelana está perfectamente estudiado para que responda de manera adecuada adaptándose a los sistemas de seguridad del auto para proteger de forma óptima a los pasajeros en caso de accidente.
Como parte del diseño exterior, la porcelana se utiliza para las incrustaciones de las tarjetas de centro de la rueda, el depósito de combustible tapa y la tapa de llenado de aceite, así como la firma "EB" en la parte trasera.
Para rematar la exclusividad, la última mano de esmalte que se aplica sobre la carrocería, lleva una capa delgada de porcelana.
Esta joya mecánica tiene un precio de 1,65 millones de euros, es decir, unos 2,4 millones de dólares.
